Un total de 29 manifestantes han muerto en tres semanas de protestas en Venezuela. Grupos paramilitares, afines al régimen, disparan indiscriminadamente contra manifestantes indefensos, pero ni siquiera eso frena a la población. Todo lo contrario, las protestas son cada vez más frecuentes y más numerosas, pero también lo es la represión.
Nicolás Maduro, en lugar de condenar estos ataques y ordenar el cese inmediato de la violencia, la ampara.
Leopoldo López, padre del opositor venezolano encarcelado hace tres años en una farsa de juicio, tal y como reconoció el fiscal del caso refugiado ahora en Florida, ha visitado el plató de Espejo Público.
López explica que este último mes la "represión ha sido brutal", "se han producido 1.600 detenciones y hay casi 30 muertos". "El país no está en paz, y mientras tanto Maduro se pone a jugar con una pelota, lo que siento es asco hacia alguien a quien no se le puede tener respeto", añade López.
"Lo que está sufriendo el pueblo de Venezuela es algo inaudito. Es un pueblo que lleva años sin alimentación y medicinas apropiadas. Tenemos un gobierno fallido incapaz de administrar el bienestar público. Nos ha quebrado como economía", señala.
Sobre la situación de su hijo en prisión dice que están en "una situación grave" ya que "lleva 15 días en aislamiento y le han vuelto a castigar otros 15 días sin ninguna justificación".
