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ARGELIA | HAY AL MENOS 30 REHENES MUERTOS
Un rehén asegura que los bombardeos del Ejército argelino mataron a sus compañeros
Las autoridades argelinas han asegurado que las operaciones de rescate han concluido, pero las informaciones siguen siendo confusas. Otras fuentes oficiales han revelado que el grupo armado todavía mantiene a un número indeterminado de personas secuestradas en una parte de las instalaciones.
Un trabajador irlandés que ha conseguido salir ileso del campo de gas natural ubicado en el este de Argelia que el pasado miércoles fue asaltado por el grupo islamista 'Firmantes de sangre' ha asegurado que el Ejército argelino ha bombardeado cuatro 'jeeps' que transportaban rehenes, matando a muchos de ellos.
Stephen McFaul ha podido contactar con su familia y la ha informado de que ha conseguido sobrevivir porque su vehículo ha sido el único de los cinco que transportaban rehenes que no ha sido bombardeado por las fuerzas argelinas.
"Estaban moviendo cinco 'jeeps' cargados de rehenes de una parte del complejo a otra y han sido interceptados por el Ejército argelino, que ha bombardeado cuatro de los cinco 'jeeps'", ha dicho su hermano, Brian McFaul.
Las autoridades argelinas, por su parte, han asegurado que ha concluido la operación de rescate realizada por el ejército para liberar a los cientos de trabajadores que este miércoles, fueron capturados por una banda terrorista que se apoderó de una planta de gas en el sur de Argelia; en la operación fueron rescatados 600 argelinos y cuatro extranjeros, según estas informaciones. Sin embargo, otras fuentes oficiales han apuntado que el grupo armado mantiene a un número indeterminado de personas secuestradas en una parte de las instalaciones.
Estas últimas fuentes de la provincia de Ilizi, donde se encuentra la planta de gas, han asegurado que hay secuestrados en la "base de vida", la zona residencial de este complejo, que, según las más recientes informaciones, continúa sitiada por las fuerzas especiales del Ejército.
El ataque a la planta (explotada por la empresa estatal argelina Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil) y el secuestro fueron reivindicados por un grupo denominado "Los que firman con sangre", de la denominada "Brigada de los enmascarados", dirigida por el argelino Mojtar Belmojtar, quien en su momento se desvinculó del grupo terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
El grupo de Belmojtar dijo que la acción es la respuesta al apoyo argelino a las tropas francesas que desde el pasado viernes combaten junto al Ejército maliense contra los grupos yihadistas que controlan las provincias septentrionales de Mali.
Sigue siendo una incógnita el número de rehenes que habrían permanecido cautivos. La primera información a la que se tuvo acceso provenía de un portavoz yihadista que declaró a la agencia mauritana ANI que 35 secuestrados y 15 captores habrían muerto en un bombardeo del Ejército argelino contra la planta gasística cuando los secuestradores trataban de trasladar a un lugar más seguro a parte de los rehenes. Por otra parte, y posteriormente, una fuente de los servicios de seguridad argelinos ha asegurado a Reuters que al menos 30 rehenes y once secuestradores habrían muerto.
La fuente ha indicado que entre los rehenes fallecidos figuran ocho argelinos, dos japoneses, dos británicos y un francés. Se desconocerían las nacionalidades del resto de secuestrados que han fallecido. En la ofensiva militar también habrían muerto once de los secuestradores, según la misma fuente. Entre los secuestradores fallecidos figuran dos argelinos, uno de ellos es uno de los líderes terroristas, Tahar Ben Cheneb.
Por el momento, el Gobierno no ha hecho comentarios sobre estos datos y no ha informado en ningún momento sobre eventuales víctimas, más allá del ciudadano argelino y el británico que murieron el miércoles durante el asalto a la planta de transformación de gas, en el que otras seis personas resultaron heridas.
El pasado diciembre, tanto Belmojtar como el máximo líder de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Abdelmalek Drukdal, alias Abu Musab Abuludud, amenazaron con lanzar ataques contra los países que participaran en una eventual intervención militar contra los grupos salafistas establecidos en el norte de Mali. Estas amenazas parecen haberse cumplido y países como Francia y España ya han solicitado a sus ciudadanos "extremar la vigilancia y la prudencia" por "los posibles efectos sobre la seguridad" que se puedan derivar de la intervención en Mali.
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