Un tribunal estatal de Nueva York ha ordenado la puesta en libertad de 3 hombres que han pasado los últimos 24 años de su vida en prisión condenados por un asesinato que, en realidad, y según la última sentencia, no cometieron. Además, el juez encargado de revisar el caso ha afeado la la Fiscalía haber ocultado pruebas desde 1996 ya que podrían haber cuestionado la entrada en prisión de los condenados.

George Bell, de 44 años; Gary Johnson, de 46, y Rohan Bolt, de 59, han pasado los últimos 24 años en prisión por el asesinato de un policía fuera de servicio en la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos. Sin embargo, tras la revisión del caso, el juez Joseph A. Zayas ha determinado en su sentencia que en realidad no cometieron dicho crimen.

El juez, además, ha llamado la atención a la Fiscalía y le ha afeado que ocultara pruebas desde 1996, año en el que se cometió el asesinato. Según el magistrado, esas pruebas podrían haber significado que ninguno de los 3 hombres condenados hubiese entrado en prisión.

"La Fiscalía ocultó intencionadamente a la defensa información creíble que apunta a que los responsables del crimen fueron otros. Esta información exculpatoria estaba en posesión de la Fiscalía e incluso fue documentada e investigada por el fiscal jefe durante el juicio", ha dicho el juez sobre la Fiscalía a la que acusa de dejadez de funciones.

Durante el juicio celebrado hace 24 años, 5 testigos contradijeron las versiones de los acusados y la defensa de éstos denunció que esas confesiones habían sido obtenidas bajo coacción.

Ahora, los 3 hombres ya están en libertad a la espera del nuevo juicio que se va a celebrar en junio y que podría certificar su inocencia definitiva.