La lista de acusados por la muerte de Liam Payne y los motivos: un amigo, dos camareros, el jefe de recepción y la directora del hotel

Se precipitó desde el tercer piso del hotel en el que se hospedaba en la capital de Argentina. Así murió el cantante británico Liam Payne el pasado 16 de octubre. Por edad no le tocaba, solo tenía 31 años, sin embargo, su psiquiatra ya alertó de que necesitaba un "nivel de atención más alto" del que ella podía proporcionarle, según ha publicado TMZ.

Han pasado dos meses del trágico suceso y la Justicia argentina ha procesado a cinco personas que estaban relacionadas con la investigación por la muerte del antiguo miembro de 'One Direction'.

A los acusados se les investiga por los delitos de abandono de persona seguido de muerte, suministro y facilitación de estupefacientes. La autopsia reveló un cóctel de drogas en su organismo. El miembro de la 'boy band' habría consumido benzodiazepina, crack, cocaína, y tusi, o también llamada cocaína rosa que mezcla: metanfetamina, ketamina y MDMA, según informaron algunos medios británicos y norteamericanos como 'Daily Mail' y 'ABC News'.

TMZ publica el contenido de una carta presentada ante el tribunal argentino en la que la psiquiatra informaba a Payne en septiembre que ya no podía brindarle atención psiquiátrica "después de una cuidadosa consideración y evaluación" y le aconsejaba un "nivel de atención más alto".

¿Quiénes son los procesados?

El pasado mes de noviembre, la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional de Argentina comunicó la imputación de tres personas relacionadas con la muerte de Payne. Ahora la jueza ha seguido adelante con el procesamiento, enumerando los cargos:

• Rogelio 'Roger' Nores, amigo del cantante, está acusado de un "delito de homicidio culposo en calidad de autor, dado que había asumido una posición de garante frente a la familia de la fallecida" por, presuntamente, 'incumplir sus deberes de cuidado, asistencia y ayuda'. La jueza Laura Bruniard considera que Nores debería haber acudido a un médico" y "debería haberlo hecho sin depender de lo que pudieran hacer los empleados del hotel". Aunque aclara que no cree que ni él ni los empleados del hotel "hubieran planeado o querido la muerte de Payne", pero sí defiende que sus actuaciones aumentaron el "riesgo". La Fiscalía lo califica de "penalmente responsable" y señalan que "sabiendo que era incapaz de cuidar de sí mismo, sabiendo que el acusado sufría múltiples adicciones previas y teniendo pleno conocimiento del estado de intoxicación, vulnerabilidad e indefensión en el que se encontraba" lo "abandonó".
• Ezequiel Pereyra, empleado del hotel en el que se alojaba Payne. Presuntamente, habría sido él quien le vendió cocaína a Liam Payne los días 15 y 16 de octubre
• Braian Paiz, camarero, también está acusado de, supuestamente, venderle en dos ocasiones el 14 de octubre cocaína al artista.
• Gilda Martín, directora del hotel, está acusada de homicidio involuntario. Se alega que ella debería haber advertido la "seria amenaza" que suponía el balcón en la habitación de Payne y que no impidió que lo llevasen a su habitación en lugar de tenerlo en un sitio más seguro hasta que llegasen los médicos.
• Esteban Grassi, responsable de la recepción del hotel, está acusado al haber permitido que tres personas "arrastrasen" a Payne hasta la habitación, viendo su estado y al igual que en la acusación de la directora, debería haberlo mantenido seguro hasta que llegaran los sanitarios.

El Ministerio público destaca que los investigadores realizaron un análisis de más de 800 horas de vídeos de diversas cámaras de seguridad del hotel y otras de la vía pública, además de la extracción forense del contenido del teléfono del músico fallecido. También se analizó el registro de huéspedes del hotel y del restaurante, para saber quién visitó al músico y sus hábitos de consumos de bebidas y comida.

Informes solicitados por el Ministerio Público ratificaron, entre otros puntos, que todas las lesiones que presentaba Payne "eran compatibles con las producidas por caída en altura" y que "se descartaban las autolesivas de cualquier tipo y/o también la intervención física de terceras personas". También destacaron que la víctima no llegó a adoptar una postura refleja para protegerse en la caída, por lo que, de momento, "se puede inferir que pudo haberse precipitado en un estado de semi o total inconsciencia".

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