La llegada de inmigración irregular a la Unión Europea se reduce un tercio

Algo más de 100.000 migrantes han llegado de forma irregular a territorio de la Unión Europea entre enero y septiembre de 2018, un tercio menos que durante el mismo periodo de 2017, según datos de la agencia europea de fronteras (FRONTEX), que no obstante ha confirmado un repunte en el caso de la ruta hacia España.

La caída generalizada de la cifra de llegadas se hace palpable también en septiembre, cuando se registraron unas 12.900 en las principales rutas. El dato, según FRONTEX, representa un descenso del 21% si se compara con el mismo mes de 2017.

La agencia europea atribuye principalmente el descenso generalizado al cambio de tendencia en el Mediterráneo central, donde el número total de llegadas en los nuevo primeros meses ha caído un 80%, hasta las 20.900. En septiembre, el descenso fue del 85%, con unos 900 casos.

En la parte oriental del Mediterráneo, donde se encuentran Grecia y Chipre, también se ha notado un descenso, en concreto del 40% entre enero y septiembre. Unos 40.300 migrantes y refugiados han llegado a territorio europeo en esta región, 5.400 de ellos en el último mes.

La tendencia se invierte, sin embargo, en el caso del Mediterráneo occidental, donde se engloba España. Por tercer mes consecutivo, por esta ruta transitan la mitad de los migrantes interceptados: en septiembre fueron casi 6.500, cuatro veces más que en el mismo mes del año pasado, lo que eleva el dato acumulado desde enero a 35.500.

FRONTEX ha identificado como marroquíes, guineanos y malienses a la mayoría de los migrantes que recurren e la ruta española. En concreto, los países del Africa subsahariana representarían tres cuartas partes de todas las interceptaciones de migrantes, ha informado la agencia en un comunicado.

Al margen del Mediterráneo, la organización también ha analizado el caso de los Balcanes, donde se detecta igualmente un cambio de rutas. Así, mientras que la vía desde Serbia a Hungría y Croacia sigue registrando cifras bajas, la presión ha aumentado en el caso la ruta paralela a través de Albania, Montenegro y Bosnia, así como en la que va de Serbia a Bosnia.