El ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha confirmado un primer caso de fraude por la presencia de carne de caballo en "canelones con relleno de carne" etiquetados como vacuno y que se ha informado del caso a las comunidades autónomas y empresas afectadas.
El positivo corresponde a los canelones de la marca 'La Cocinera', según han indicado fuentes del Ministerio.
La empresa Nestlé, a la que pertenece 'La Cocinera', ha anunciado la retirada de este producto y de otros cinco que proceden del mismo proveedor. Además, ha anunciado medidas legales contra esta empresa.
Por su parte, en la República Checa, Sanidad ha descubierto que las albóndigas de Ikea, producidas en Suecia, se elaboran con carne equina. El Instituto de Veterinaria del Estado checo ha notificado su hallazgo al Sistema Europeo de Alerta Rápida, según ha confirmado la agencia CTK.
"Desde primeros de febrero venimos haciendo análisis en los puntos de consumo y una de las muestras ha dado resultado positivo, con restos de ADN de caballo", ha indicado Cañete en declaraciones a la prensa en Bruselas, en donde discutirá con sus colegas europeos los últimos acontecimientos de esta crisis que afecta ya a varios países de la UE.
"Hemos informado ya a las Comunidades Autónomas, a las autoridades de consumo y a las empresas afectadas", ha añadido.
Con este ejemplo, el ministro ha querido destacar que España "se ha anticipado" al plan europeo pactado por los 27 para realizar test con los que rastrear en todos los países de la UE rastros de ADN de caballo en los alimentos transformados y comercializados como vacuno. También deben realizar pruebas para detectar la eventual presencia de un analgésico de uso animal llamado fenilbutazona.
Sobre la necesidad de revisar las normas europeas en materia de etiquetado, tal y como defiende con fuerza Francia, el ministro español se ha mostrado cauto, ya que considera que no es "necesario en este momento".
"Lo que hace falta es hacerlas cumplir (las normas)", ha indicado a la prensa, para incidir en que existen reglas que regulan el etiquetado pero que hay que perseguir los casos de "fraude".
