David Cameron, en el Parlamento

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CALIFICADA DE OPORTUNISTA

Londres plantea una legislación para un referéndum sobre la independencia de Escocia

El Gobierno británico ha propuesto una fórmula legislativa que permitiría a Escocia celebrar un referéndum sobre su independencia con carácter vinculante, si bien esa consulta debería tener lugar en 2014.

El secretario de Estado para Escocia, el liberaldemócrata Michael Moore, planteó en la Cámara de los Comunes la propuesta del Gobierno de coalición con los conservadores, que buscaría, entre otras cosas, avanzar la celebración del polémico referendo.

No obstante, el Partido Nacionalista Escocés (SNP), que ganó las elecciones autonómicas por mayoría en 2011 con el compromiso de organizar una consulta sobre la independencia esta legislatura, ha anunciado su decisión de llevarla a cabo en otoño de 2014. El SNP sostiene que no necesita autorización del Parlamento de Westminster (Londres) para celebrar un referendo de tipo consultivo.

El ministro principal escocés, Alex Salmond, dijo que su partido había "pensado más" sobre el plebiscito que la Cámara de los Comunes y defendió el calendario de 2014 porque "esta es la decisión más importante que tomará Escocia en 300 años", desde que se formalizó su unión al Estado británico. Salmond subrayó que el Gobierno de Londres debe "resistir la tentación de inmiscuirse en la democracia escocesa". El Gobierno de coalición conservador-liberaldemócrata sostiene que únicamente el Parlamento británico, y no el escocés, tiene potestad para legislar sobre la celebración de un referendo en Escocia, aunque sea solo consultivo. Por ello, puso sobre la mesa una posible fórmula legal, llamada "orden de la sección 30", por la que se transferiría esa competencia al Parlamento escocés por un plazo de tiempo limitado y con condiciones.

La idea del Gobierno británico, que ha sido tildada de oportunista por los nacionalistas escoceses, es que la consulta se celebre en un plazo de entre 12 y 18 meses y de forma "justa, legal y decisiva", bajo la supervisión de la Comisión electoral. Además, el Ejecutivo de David Cameron quiere que el referéndum conste de solo dos preguntas, si Escocia quiere o no permanecer en el Reino Unido, frente a la preferencia del SNP de incluir otra sobre el posible incremento del grado de autonomía. La propuesta presentada hoy por Moore, que para entrar en vigor debería ser aprobada por la Cámara de los Comunes en Londres y por el Parlamento de Holyrood en Escocia, se someterá a consulta ciudadana hasta el próximo 9 de marzo.

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