Los italianos se están confinando en sus casas para frenar la cadena de contagios por coronavirus. Sólo salen para comprar comida, pero para entrar en el supermercado, se ven colas acordonadas y guardando la distancia de dos metros recomendada por las autoridades sanitarias.
En las farmacias de Florencia encontramos a la gente esperando, porque solo pueden entrar de dos en dos. "Todo está cerrado", incluso las iglesias.
Beatriz, una española que vive en Lecce lanza este mensaje: "siendo responsables conseguiremos salir de ésta y lo haremos siendo mucho más fuerte que antes".
Italia agradece en redes sociales la labor de médicos y enfermeras. También dan las gracias a los científicos que han venido de China, expertos en el coronavirus y que han llegado para ayudar a tratar de contener el virus. Junto a ellos ha llegado llega un cargamento de casi 2 millones de mascarillas y respiradores.
El presidente de Cruz Roja Italiana, Francesco Rocca, destacó la importancia de “constituir una red” ante esta situación y celebró que “gracias a la generosa donación china se podrá dar una primera ayuda a los hospitales y operadores sanitarios, en grandes apuros”.
El ministro de Exteriores italiano, Luigi Di Maio, agradeció en sus redes sociales a China: “No estamos solos”, aseguró.