Suiza ha aprobado este domingo en referéndum incluir en el Código penal la discriminación basada en la orientación sexual como un delito equiparable al del racismo por un margen de 63,1% a favor y 36,9% en contra.
El Gobierno y el Parlamento respaldaron esta propuesta para reforzar la protección contra la homofobia, ya que "la dignidad humana es un valor fundamental en la sociedad suiza y el comportamiento discriminatorio viola los principios garantizados por la Constitución Federal".
Así, se prohibirán los actos o declaraciones públicas que atenten contra la dignidad humana de una persona o un grupo de personas en relación con su orientación sexual, creando un clima de odio y poniendo en peligro la coexistencia pacífica en la sociedad.
También se castigará a quien se oponga a prestar un servicio público, como vetar la entrada a un restaurante o pernoctar en un hotel, debido a la orientación sexual del interesado. Un acto racista de este tipo está penado con hasta tres años de prisión actualmente.
Además son delitos se persiguen de oficio, por lo que las autoridades tendrán que intervenir cuando tengan conocimiento de actos de odio y discriminación por motivos de orientación sexual. Sin embargo, se niega a las asociaciones el derecho a ser parte en el procedimiento y a solicitar una reparación.
El derecho penal no se aplica a las declaraciones o actos dentro del círculo de familiares o amigos. Tampoco se aplica a los debates objetivos en público, que siguen estando permitidos.