Los países nórdicos han conseguido ser un modelo de gestión dentro de la pandemia de coronavirus. Entre todos han registrado poco más de 3.000 muertos. Cada uno lo ha hecho de forma muy diferente, pero sí han tenido algo en común que ha resultado clave: el empleo de tests masivos.
La estrategia de los países nórdicos está siendo bastante diferente al resto del continente, ya que ninguno de ellos ha decretado un confinamiento estricto y los resultados no están siendo nada malos.
En Suecia no han cerrado ni los bares, ni los restaurantes, ni los colegios. El gobierno sueco defiende su estrategia porque cree que las medidas demasiado severas pueden acabar provocando lo contrario: la desobediencia de los ciudadanos.
Dinamarca fue pionero en cerrar sus fronteras y ahora es de los primeros estados en comenzar la reapertura. Algunos comercios han permitido la entrada de clientes, controlando siempre las medidas de seguridad.
Finlandia declaró el estado de emergencia cuando tenía solo 270 casos de coronavirus y ningún fallecido.
Islandia tiene el récord de ser el país con mayor número de test realizados, pruebas gratuitas a las que ha sometido al 10% de la población. Misma estrategia que en Noruega, que empezó a hacer pruebas el pasado 31 de enero.
