El copiloto Andreas Lubitz quería "cambiar el sistema" y pretendía que su nombre fuera recordado para la posteridad, según ha declarado su exnovia en una entrevista al diario alemán 'Bild', publicada este sábado.
La joven, identificada como María (no es su nombre verdadero), de 27 años, confesó al medio alemán que Lubitz demostraba ocasionalmente ataques de ansiedad y pesadillas.
"Un día voy a hacer algo que cambiará el sistema entero, y entonces todos van a saber mi nombre y recordarlo", parafraseó María. "Nunca supe lo que quería decir, pero ahora tiene sentido", ha añadido la mujer en la entrevista.
María, asistente de vuelo, reconoció que llegó a sentirse asustada por el comportamiento de piloto, que se despertaba por la noche gritando "¡Nos vamos abajo!". "Sabía cómo esconder de los demás lo que le pasaba dentro", ha añadido.
La asistente sospecha, por último, que Lubitz estrelló el avión porque comprendía sus problemas de salud. "El trabajo de sus sueños era trabajar para Lufthansa como capitán, y entendió que largo plazo eso era prácticamente imposible", concluyó.
El copiloto ocultó su enfermedad a la empresa y tenía un parte de baja en su casa para el día en el que se produjo la tragedia, según ha informado la Fiscalía de Dusseldorf, que ha registrado el piso de Andreas Lubitz
Según ha precisado, durante el registro no se ha encontrado ninguna nota de despedida ni de reivindicación ni tampoco se tienen por el momento pruebas que apunten a un motivo político o religioso en su manera de actuar.
Lo que sí se encontró, ha añadido, son documentos que demuestran que padecía una enfermedad y que estaba bajo tratamiento médico. Entre ellos, había una "baja por enfermedad rota actual y que también cubría el día" del vuelo. Así las cosas, la Fiscalía concluye que Lubitz "ocultó su enfermedad" a Germanwing y a sus compañeros.
La Fiscalía, que no ha precisado de qué enfermedad se trata, ha aclarado que llevará días evaluar los documentos encontrados, pero ha asegurado que tan pronto como haya novedades las darán a conocer. Además, ha aclarado que ya se ha informado a las autoridades francesas del hallazgo.
El copiloto fue "suspendido durante meses" por Lufthansa en su etapa de formación, en 2009, y tenía un historial de depresión por "una crisis existencial" cuando se encerró en la cabina del avión Airbus A320 que se estrelló el 24 de marzo en los Alpes franceses, según ha informado el diario británico 'The Times'.
No obstante, la aerolínea alemana Germanwings ha asegurado este viernes que no recibió ningún parte de baja que impidiese trabajar a Lubitz. Después de que la Fiscalía de Dusseldorf informase del hallazgo de un parte de baja roto en la vivienda de Lubitz, vigentepara el día en el que se produjo la tragedia, la compañía para la que trabajaba ha hecho público el comunicado.
En un artículo titulado 'Lufthansa conocía la depresión del piloto', el rotativo británico ha indicado que el copiloto tenía un "historial" de "depresión" provocada por "una crisis existencial" cuando decidió hacer colisionar el avión con otras 149 personas a bordo en los Alpes franceses.
Además, ha informado de que Lubitz fue "suspendido" en la escuela de vuelo de Lufthansa "durante varios meses" antes de que le permitieran volver a entrenarse y ser evaluado como piloto". El presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, afirmó este jueves en rueda deprensa que Lubitz tuvo una "interrupción" de varios meses en su etapa de formación por una baja médica, sin especificar de qué se trataba por el "secreto médico".
Por su parte, el diario alemán 'Bild' ha señalado Lubitz recibió tratamiento psiquiátrico por un "grave episodio depresivo" hace seis años, en 2009. El episodio incluía "crisis de ansiedad y depresiones" y llevó al joven a recibir tratamiento psiquiátrico durante 18meses.
La Fiscalía de Francia, tras escuchar el contenido de la caja negra que registra las voces en cabina, acusó este jueves al copiloto Lubitz de haber causado voluntariamente el siniestro aunque no ofreció ninguna razón para justificar esta actuación.
Andreas Lubitz acudió al Hospital Clínico Universitario (UKD) de Dusseldorf durante el mes de febrero y el de marzo, al tiempo que ha desmentido que acudiera por una depresión. Según ha informado el establecimiento en un comunicado, la última vez que acudió alcentro fue el pasado 10 de marzo, si bien no ha querido ofrecer detalles sobre la dolencia que le aquejaba alegando "secreto médico". Sí ha aclarado que no es "correcto" que Lubitz hubiera acudido al UKD por una depresión, como se había apuntado en algunasinformaciones.
El hospital ha entregado ya el historial del paciente al fiscal encargado del caso en Dusseldorf.El director del hospital, Klaus Hoffken, ha expresado su "consternación y horror" por lo sucedido y ha prometido que el centro "apoyará sin reservas" la investigación que está llevando a cabo la fiscalía. Por último, han puntualizado que no tienen más información que dar y que corresponde a la fiscalía informar sobre el caso.