Malostratos
La madrastra era una bruja: encierra a su hijastro 20 años en una habitación en Estados Unidos
Un hombre de 32 años ha vivido durante veinte años encerrado por su madrastra . No le daba apenas de comer y malvivía en condiciones higiénicas lamentables.
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El hombre vivió un auténtico infierno en la habitación. Sin ver el sol, sin comer, sin ducharse en un año. Desesperado prendió fuego a un papel de impresora . Lo roció con gel desinfectante de manos para poder escapar de la casa donde la mujer de su padre le había encerrado cuando tenía once años. Su madrastra al ver el fuego llamó a los bomberos. Les dijo que su hijastro, a quien su madre biológica había abandonado cuando tenía dos años, estaba dentro de la casa. “Está como desmayado, como fuera de sí”, dijo la mujer a la operadora de emergencias. Ha ocurrido en Waterbury, Connecticut.
Los bomberos acudieron a pagar el fuego y se encontraron la casa de los horrores en Waterbury, Connecticut. El chico estaba consciente y sus primeras palabras fueron " Quería ser libre". Pesaba apenas 30 kilos. Estaba en un Su estado era de malnutrición y abandono.
Su madrastra, Kimberly Sullivan, de 56 años, fue inmediatamente detenida. Luego fue puesta en libertad bajo fianza de 300.000 dólares . Se declaró inocente de secuestro y agresión grave y culpó del encierro a su marido y padre biológico de la víctima, confinado en una silla de ruedas hasta su muerte en 2024.
Los detalles del encierro
El joven relató a la policía una espeluznante vida de encierro y abusos. La madrastra le daba poca comida y agua. Su desnutrición era "extrema”. No recibió atención médica ni dental durante el tiempo que permaneció encerrado en la casa.
Sullivan dijo a los agentes que la puerta de la habitación no estaba cerrada en el momento del incendio . Que tenía libertad para salir , aunque él contó que solo se le permitía salir para realizar tareas domésticas. La policía descubrió la habitación del castigo, un almacén de 2,5 por 2,5 metros, cerrada con madera contrachapada y un candado.
La casa estaba hecha un desastre. Habitaciones desordenadas y decrépitas con moho, el suelo roto y las alfombradas llenas de basura. Los muros han sido testigos del descuido y abandono en el que debieron vivir los últimos años la madrastra, su marido discapacitado y el hijastro.
La última vez que salió de casa
El hombre recuerda que la última vez que salió de casa lo hizo a los 14 o 15 años con su padre, que todavía andaba. Pero al morir el cautiverio fue más duro. Solo podía salir al patio un minuto al día para sacar al perro. El resto del tiempo, entre 22 y 24 horas, permanecía encerrado en su habitación.
Hasta que hace un año encontró un mechero en una chaqueta de su padre y empezó a planear la fuga. Los investigadores creen que la madrastra tiene síndrome de Diógenes o a lo mejor su marido. El abogado de la mujer defiende que no hay pruebas de abusos ni maltrato. Se pregunta "¿Dónde están las cadenas? .
Pero los investigadores sí creen su historia y han hecho una colecta para comprarle ropa y libros que le ayuden a superar los abusos , la inanición y el trato inhumano. Porque el hombre ha recuperado su libertad pero no su vida. Está afectado mentalmente por el horror que ha vivido durante 20 años.
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