Inglaterra

Una madre encierra a su bebé en un cajón durante casi tres años: "Nunca había visto la luz del día"

Una madre es encarcelada por "negligencia extrema" tras encerrar a su bebé durante tres años en un cajón. La niña no había visto la luz del día hasta que fue encontrada semanas antes de su tercer cumpleaños.

Imagen de archivo de una niña

Imagen de archivo de una niñaPexels

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Una mujer de Cheshire (Inglaterra) ha sido condenada a siete años y medio de prisión por "negligencia extrema" después de encerrar a su bebé en un cajón de debajo de su cama durante casi tres años, en condiciones de total aislamiento y descuido. El caso ha dejado atónitos tanto a los investigadores como a la comunidad, debido a la crueldad y la indiferencia mostrada por la madre, quien ocultó a la niña de su familia y pareja.

Un descubrimiento desgarrador

La niña, que se encontraba a pocos días de cumplir tres años cuando fue hallada, había vivido sin ver la luz del día y sin socializar con nadie, incluyendo a sus propios hermanos. Su descubrimiento ocurrió cuando el novio de la madre, que solía quedarse en la casa, encontró a la niña en un cajón de la cama una mañana al regresar a su casa después de que la madre se fuese. Al escuchar un ruido, el hombre se acercó y se quedó horrorizado al descubrir a la niña en un estado de extrema desnutrición y abandono.

El hombre, impactado, alertó a familiares y a los servicios sociales, quienes rápidamente acudieron al hogar. La niña fue encontrada en un estado físico lamentable, con el pelo enmarañado, deformidades y sarpullidos. Además, tenía un retraso en el desarrollo que la hacía parecer una bebé de entre cero y diez meses, a pesar de ser casi una niña pequeña.

La actitud indiferente de la madre

Cuando los trabajadores sociales llegaron al hogar, la madre respondió con frialdad y sin mostrar ninguna emoción ante la terrible situación. Ante la pregunta sobre el lugar donde tenía atrapada a su hija, la mujer simplemente dijo: "Sí, en el cajón". La indiferencia mostrada por la madre ante el abuso sufrido por su hija, dejó atónitos a los profesionales que atendieron el caso. Uno de los trabajadores sociales que acudió a la llamada, se sintió completamente consternado al darse cuenta de que probablemente era la única otra cara que la niña había visto, aparte de la de su madre.

Abandono, malnutrición y falta de atención médica

La niña nunca recibió la atención médica necesaria. La madre no buscó tratamiento para su labio leporino ni para cualquier otra necesidad médica urgente. En lugar de alimentarla adecuadamente, la niña fue alimentada con galletas de trigo líquidas a través de una jeringuilla, lo que agravó su desnutrición. A pesar de vivir en condiciones extremas de aislamiento, la madre nunca la llevó al médico ni le proporcionó lo más básico: comida, agua y cariño.

En su declaración, la madre alegó que no sabía que estaba embarazada y que se sintió "muy asustada" al dar a luz. Sin embargo, sus actos de ocultar a la niña durante casi tres años no son justificables de ninguna manera, por lo que sus intentos de minimizar la gravedad de sus actos fueron rechazados.

Consecuencias devastadoras para la niña

El juez calificó el abuso como "algo tan malvado que desafía la realidad". Dijo que la niña fue privada de amor, atención y de una vida normal, lo que provocó consecuencias devastadoras tanto a nivel físico como psicológico. "Las consecuencias para la niña fueron catastróficas", declaró el juez, quien destacó que la niña se está empezando a recuperar poco a poco de lo que él describió como una "muerte en vida" en esa habitación.

La niña, a la que ahora la está cuidando una familia de acogida, todavía está en proceso de adaptación. Su nueva madre adoptiva contaba con tristeza que la niña no sabía su propio nombre cuando fue encontrada, lo que refleja el profundo nivel de abandono al que fue sometida.

El contexto detrás del abuso

El abogado defensor de la mujer argumentó que había circunstancias excepcionales que habían contribuido al comportamiento de la madre, incluyendo problemas de salud mental y dificultades durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, estas razones no justificaron en absoluto la crueldad hacia la niña, que nunca tuvo la oportunidad de vivir una vida normal.

Además, la defensa alegó que la mujer tenía una relación abusiva con el padre de la niña, lo que influía en su decisión de ocultarla. La mujer se secó las lágrimas cuando el abogado dijo en el tribunal que ninguno de sus hijos vivía ya con ella. Finalmente fue declarada culpable el mes pasado por cuatro cargos de crueldad infantil. Los cargos reflejaban que ella no buscó atención médica en ningún momento para la niña, abandono, desnutrición y negligencia extrema.

Justicia para la niña

El caso ha puesto de manifiesto la importancia de mantener vigiladas las señales de abuso infantil y la necesidad de intervención temprana para proteger a los niños más vulnerables. A pesar de las explicaciones dadas por la madre, la sentencia de siete años y medio de prisión subraya la gravedad de sus actos y la traumática experiencia vivida por la niña. Los servicios sociales y su nueva familia de acogida ahora se enfrentan a la dura tarea de ayudar a la niña a reconstruir su vida después de casi tres años de sufrimiento y aislamiento total.

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