TANTO ELLA COMO EL BEBÉ, BIEN TRAS EL PARTO
Una joven china cuyo deseo de ser madre ha podido más que su enfemedad protagoniza una historia de superación y valentía. Los médicos le desaconsejaron quedarse embarazada por los riesgos que supondría para su salud.
Desde la cama del hospital mira a su pequeño milagro: su bebé. Una joven china de 28 años ha conseguido su deseo de ser madre a pesar de su enfermedad y de la negativa de los médicos. Sufre lo que se conoce como 'huesos de cristal' u osteogénesis imperfecta, una fragilidad excesiva en los huesos por la falta de colágeno.
Ha sufrido 42 fracturas. Los médicos no veían viable una gestación y, sobre todo, un parto sin un riesgo excesivo para la madre. De hecho tuvo un embarazo anterior que acabó en aborto. Pero ella no se rindió. "Toda mujer sueña con ser madre, tener su propio hijo. Estoy muy feliz a pesar de que es muy difícil para mí", ha dicho la joven china.
El pequeño pesó 3 kilos al nacer y tanto él como la madre están bien tras el parto. "Tengo que vivir mi vida por mí misma, a pesar de todas las dificultades por mi enfermedad. Quiero vivir como una persona normal. Ese es mi objetivo en la vida", ha dicho la nuevo madre. Y lo está consiguiendo luchando contra una fragilidad que no ha podido con su voluntad de hierro.