Argentina
Una madre relata el suicidio de su hijo, quien jamás reveló su sufrimiento: "Lo tenía todo, o eso creíamos"
La madre de Facundo, de 19 años, relata en una entrevista cómo no vieron venir el suicido de su hijo, quien vivía en constante sufrimiento.
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María del Carmen, una madre de Buenos Aires (Argentina) relata cómo vivieron en su familia el suicidio de su hijo de 19 años, quien jamás mostró ningún signo de sufrimiento y que nunca comentó el querer quitarse la vida. La madre busca reivindicar con la historia lo difícil que es averiguar las intenciones de suicidio de una persona y visibilizar un problema de gravedad que se produce a diario tanto en España como en Argentina.
"Nosotros no entendíamos nada. Para mí, alguien que podía suicidarse era un chico pobre, sin techo, sin comida. Facu tenía todo", decía su madre, quien agregaba: "O eso creíamos". A la madre le diagnosticaron una enfermedad cuando tenía 48 años. Facundo, su hijo de 19 años, se encargó de llevarla al hospital. "Bueno, ahora pienso que gracias a mi enfermedad pasé muchas tardes con Facundo de ese último verano, de ese último mes de su vida en realidad", relataba en una entrevista con 'Infobae'.
El 18 de febrero de 2019, la mujer había empezado quimioterapia para tratar de mieloma múltiple, un cáncer en la sangre que comienza en las células de la médula ósea. Fue entonces cuando la familia viajó a Entre Ríos para visitar a una curandera. La madre habló por teléfono con Facundo, quien se había quedado con unos amigos. La madre relata que cuando le comentó sobre su viaje, el hijo le respondió: "ah, porque yo quería ir".
"Cortamos. Una hora y cinco minutos después llamó mi hijo menor, que en ese momento tenía 14 años, para decirnos lo que había pasado", explicaba. La mujer se quedó en silencio y luego dijo 'no con la cabeza. "¿Cómo?", "no", "¿qué?", exclamaba al enterarse de la trágica noticia sobre su hijo.
Facundo dejó dos cartas
El joven dejó dos cartas de suicidio. En la primera -según María del Carmen- pedía perdón por lo que iba a hacer. Solicitaba a su familia que donaran sus órganos tras su muerte. La segunda "era muy extensa y contaba que estaba pasando por mucho sufrimiento. Sentía que no servía para nada y cosas así".
"La leíamos con mi marido y yo decía '¿pero cómo? Este no es mi hijo, este no es el Facundo que yo conozco'. Nunca nos había dicho nada de lo que sentía, ni en esos viajes de vuelta al trabajo conmigo, ni a sus amigos, ni a sus hermanos", relataba. Decía que tenía muchos amigos, nunca estaba tirado en la cama y no hacía nada que levantase ninguna sospecha, siempre había sido "el payaso de la familia".
María del Carmen habla de suicidio porque insiste en que la única forma de combatir el suicidio entrejóvenes es hablar del tema. No encajonándolo como un tema tabú, aportando herramientas para prevenirlo, sobre todo en los institutos.
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