El nuevo gobernante aprovechó para pedir unidad en las filas oficialistas, donde admitió que de cara a las elecciones municipales del 8 de diciembre ha detectado divisiones que achacó a dirigentes chavistas que, dijo, se han vendido "al enemigo".
"Se ponen una gorrita chavista y por debajo reciben billete de los terratenientes, de la burguesía", sostuvo en Barinas, tierra natal de Chávez, donde encabezó un primer homenaje a su antecesor, tras lo cual visitó su tumba, en el centenario edificio de Caracas, donde su mentor saltó a la fama el 4 de febrero de 1992.
Sin identificar a nadie, Maduro dijo que los chavistas vendidos "buscan dividir al pueblo para que la burguesía se cuele y pueda prosperar lo que no ha prosperado hasta hoy, que es la desestabilización", y exhortó a "que el pueblo les de una lección, que les salga a decir no al divisionismo, no a la traición".
Ese tipo de "desviaciones" serán minimizadas con la labor del Instituto de Altos Estudios del Pensamiento del Comandante Supremo Hugo Chávez, instancia creada este domingo por Maduro y donde puso al frente al hermano mayor del mandatario fallecido, Adán Chávez. El Instituto contribuirá, dijo éste, a que "la Revolución Bolivariana alcance su punto de no retorno", a "la irreversibilidad de la Revolución".
Maduro también bautizó un libro del español Ignacio Ramonet, asistente a los actos en Barinas y Caracas, "la biografía más completa de Chávez, porque la hizo él mismo", al estar basada en entrevistas, destacó. El vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza, y su cónyuge, Rosa Virginia, hija mayor de Chávez, bautizaron otro libro sobre el gobernante fallecido, esta vez en el acto nocturno en el Cuartel de la Montaña, el centenario edificio donde reposan sus restos.
Maduro pronunció allí un discurso de más de dos horas, donde hizo un recuento de lo que ha hecho desde que ganó las elecciones del pasado 14 de abril, triunfo no reconocido por supuesto fraude por el líder opositor Henrique Capriles, contra quien el gobernante arremetió sin nombrarlo, y al que tachó de "fascista".
"¿Se imaginan que nosotros el 14 de abril hubiéramos perdido ante el fascista?", se preguntó y él mismo se respondió: "¡Quién sabe en qué montaña estuviéramos, en qué trinchera!". "No tengo dudas de que una vez que los fascistas se lanzaran a privatizar PDVSA, la estatal petrolera, la educación, la salud, este pueblo alzaba en una gran insurrección", lo que, además, se evitará en el futuro "manteniendo el pulso firme", añadió.
Capriles, derrotado por Chávez hace nueves meses y por Maduro hace tres, coincidió en que ambos gobiernos son uno solo y "el peor", remarcó en un acto dominical como gobernador de Miranda, estado que abarca a parte de Caracas. Esto "ya no da para más" y "nuestro pueblo tiene que abrir los ojos. Cuando las cosas no funcionan, hay que cambiarlas", añadió.