Los venezolanos están viviendo una situación desesperada. Es el quinto día que no tienen ni luz ni agua potable en el país. La asamblea nacional ha declarado, a petición de Juan Guaidó 'el estado de alarma nacional en Venezuela'.
Nicolás Maduro insiste en que el apagón general se debe a un sabotaje de la mayoría opositora, pero no habla de la falta de mantenimiento que tiene la principal empresa generadora de energía del país.
Maduro ha anunciado que dos personas han sido detenidas por intentar boicotear el sistema eléctrico del país, que vive un apagón que afecta desde el jueves a gran parte del territorio venezolano. "Capturamos a dos individuos tratando de sabotear el sistema de comunicaciones de Guayana de Guri, para revertir el proceso de recuperación", ha señalado en un discurso televisado desde el Palacio de Miraflores. "Están presos y están hablando", ha aseverado.
En su discurso, Maduro también ha pedido justicia y ha llamado a las instituciones pertinentes a actuar contra los autores del ataque al sistema eléctrico. "Yo pido que no solamente a los autores materiales directos de estos sabotajes desesperados, sino que la justicia venezolana vaya a por los autores intelectuales de este daño gigantesco, de esta puñalada que le han metido al derecho a la vida y a la paz de nuestro pueblo", ha instado Maduro.
Se han suspendido las clases y los trabajos hasta el miércoles. Mientras tanto se trabaja para intentar restablecer el suministro eléctrico en Venezuela.
La mayoría de gasolineras no pueden suministrar combustible, el metro no funciona y algunos comercios no han podido abrir sus puertas. Pero también hay gestos de solidaridad como el de un restaurante que prefiere 'donar un alimento que esté en buen estado a esperar al miércoles a ver qué pasa con estos apagones'.
El agua potable también escasea en todo el país. Muchos ciudadanos de Caracas, sumidos en la desesperación, se han visto obligados a llenar garrafas con agua contaminada.