Nicolás Maduro dijo este viernes que hay "buenas noticias" del proceso exploratorio que iniciaron esta semana en Noruega su Gobierno y la oposición para entablar una mesa de negociaciones que construya "acuerdos de paz" entre las partes.
"Regresa nuestra delegación de Noruega con buenas noticias, se han iniciado con buen pie las conversaciones para avanzar hacia acuerdos de paz, de concordia, de armonía", dijo el mandatario durante un acto en el que condecoró a militares en el estado de Aragua (centro-norte).
El jueves, Juan Guaidó, que en enero proclamó un Gobierno interino que reconocen más de 50 naciones, con Estados Unidos a la cabeza, reconoció que tenía "enviados" en Noruega para abonar las bases de un nuevo diálogo entre el chavismo y la oposición. Con todo, Guaidó matizó entonces que no adelanta una "negociación" con Maduro, sino que atendió a la llamada de Noruega en su "esfuerzo" por "una mediación que tiene meses". Maduro informó este viernes de que el ministro de Información, Jorge Rodríguez, y el gobernador del estado de Miranda, Héctor Rodríguez, formaron parte de la delegación de su Gobierno.
Evitó hacer más comentarios porque, dijo, las partes se comprometieron a no dar mayores detalles del proceso. "Nosotros respetamos las reglas de juego", añadió. Maduro también dijo que ha llamado al diálogo "más de 600 veces" desde que ascendió al poder en 2013, y que seguirá haciéndolo porque "en la palabra y en la política, con P mayúscula".
Entre septiembre de 2017 y enero de 2018, Gobierno y oposición se sentaron a la mesa de diálogo en la República Dominicana, si bien las conversaciones no fructificaron y el oficialismo terminó convocando unas elecciones a las que compareció casi en solitario y que no han sido reconocidas por buena parte de la comunidad internacional.
Venezuela atraviesa un pico de tensión política desde el pasado enero, cuando Maduro juró un nuevo mandato de 6 años que no reconoce la oposición y parte de la comunidad internacional y, en respuesta, Guaidó proclamó un Gobierno interino que cuenta con el respaldo de más de 50 países, con Estados Unidos a la cabeza.