Detenidos 70 prorrusos en el desalojo de una sede del Gobierno en Járkov

Banderas rusas y hogueras de neumáticos arden frente a la asamblea regional de Jarhkif, la segunda ciudad más importante de Ucrania. Decenas de ciudadanos prorrusos salen a las calles para atacar las sedes gubernamentales después de haber sido expulsados del Parlamento, donde consiguieron izar la bandera rusa.

La anexión de Crimea a Moscú ha provocado una ola de protestas en el este del país, exigiendo la independencia  o la adhesión a Rusia.

Entre gitos de Viva Putin, unos 200 ciudadanos proclaman la República de Donesk en la sede del gobierno regional. En la calle, sus compañeros festejan el anuncio atrincherados tras una barricada de neumáticos.

En Luhansk, hombres armados se han hecho fuertes en la sede de los servicios de seguridad. Todos ellos piden ayuda a Putin ante una posible intervención militar ucraniana.

"Es inevitable que haya un referéndum y va a llevarse a cabo aunque todos muramos aqui dentro", decía uno de los manifestantes. Estados Unidos asegura que poseen pruebas de que estos actos vandálicos habrían sido perpetrados con el apoyo del Gobierno de Putin.

"Tenemos pruebas de que estos ciudadanos han recibido un sueldo y no son residentes locales". También estarían preparados para imponer más sanciones a las autoridades de Moscú. Desde Kiev, hablan de un complot para desmembrar el país.

Moscú lo niega todo y se desvincula de las revueltas ocurridas en Ucrania.