Más de un centenar de médicos han pedido que el fundador de Wikileaks, Julian Assange, encarcelado en la prisión británica de alta seguridad Belmarsh, reciba atención sanitaria urgente.
Exigen a los Gobiernos del Reino Unido y Australia a "acabar con la tortura" que supone no atender medicamente al informático, cuya salud se está deteriorando. El periodista australiano, de 48 años, está detenido en Belmarsh a la espera de que el 24 de febrero empiece un juicio de extradición solicitada por Estados Unidos, que le reclama por la difusión de cables diplomáticos confidenciales en 2010.
Desde su primera detención en 2010 a solicitud de Suecia, que le reclamó por un caso de presuntos delitos sexuales, que desde entonces ha sido cancelado, Assange ha estado confinado, primero bajo arresto domiciliario en un pueblo inglés y entre 2012 y 2019 refugiado en la embajada londinense de Ecuador, que el año pasado le retiró el asilo político.
Los médicos firmantes señalan que, durante todo este tiempo, el programador no ha recibido atención médica adecuada y lamentan que, según el testimonio de varias fuentes, su salud física y mental está empeorando. Recuerdan que, en una comparecencia judicial el pasado octubre, apareció pálido y con bajo peso, cojeando y con problemas para concentrarse y comprender el proceso.