Más de la mitad de los franceses aceptaría la aplicación de la tortura en su país

Más de uno de cada dos franceses aceptaría la tortura en su país, según una encuesta de la asociación contra la tortura.

"Se sospecha que ha habido una aceptación mayor de la tortura en el contexto del aumento del terrorismo, pero no nos dimos cuenta de que la evolución era tan dramática", según el presidente ejecutivo de Acción de los Cristianos para la Abolición de la Tortura (ACAT), Jean-Etienne de Linares.

Por lo tanto, según el informe anual de la ACAT sobre el fenómeno de la tortura en el mundo, el 54% de los franceses considera justificado que un policía realice descargas eléctricas sobre una persona sospechosa de haber colocado una bomba a punto de explotar para hacer hablar, mientras que en 2000 esta cifra era sólo del 32%.

"Los migrantes son torturados con el teléfono conectado a sus familiares"

Asimismo, para el 36% de los encuestados, es aceptable "en ciertos casos" el uso de la tortura, hasta 11 puntos más que en 2000, y el 18% de ellos se siente capaz de cometer tortura en casos excepcionales.

Esta evolución de parte de la opinión pública francesa es vista como una "creciente tolerancia de la práctica de la tortura de Estado" y se asocia con una mala comprensión del fenómeno torturador, de acuerdo con la ACAT.

La ACAT también observó el desarrollo durante la última década un nuevo fenómeno: la tortura de los migrantes por parte de grupos criminales a cambio de rescate, especialmente en el Sinaí y Libia (por eritreos, etíopes y sudaneses en particular).

Las "casas de tortura que se han multiplicado" en el desierto de Sinaí, Sudán, Libia y Yemen, donde miles de migrantes "son torturados delante de un teléfono conectado a sus familias (...) por los verdugos sin escrúpulos con la esperanza de ganar grandes sumas de dinero".