El estado de Michigan, en EE.UU está hoy consternado por la muerte de un disparo en la cabeza de un vigilante de seguridad de un comercio. El hombre recriminó a una mujer que su hija no llevaba puesta la mascarilla para evitar la propagación del coronavirus y que era obligaroria para entrar en el local.
Las dos mujeres abandonaron la tienda no sin antes escupir al vigilante - según cuentan los testigos, pero al cabo de 20 minutos, dos hombres irrumpieron en el comercio e increparon al hombre con el que discutieron. En medio de la disputa, el más joven dispara en la cabeza al vigilante que muere poco después en el hospital.
Se trataría del marido y el hijo de la mujer a la que el vigilante pidió que usaran las mascarillas durante sus compras, algo que es norma obligatoria en el estado de Michigan, una medida que ha generado protestas por parte de la población los últimos días.
La policía ha logrado detener a la mujer pero está buscando a los dos hombres, su marido y su hijo, que de momento siguen en paradero desconocido.
El fiscal del condado de Genessee, David Leyton, les acusa de homicidio en primer grado. "El señor Munerlyn simplemente estaba haciendo su trabajo: cumplir la orden de la gobernadora de Michigan por la seguridad de los empleados de la tienda y los clientes durante la pandemia", ha asegurado el fiscal.
Michigan es uno de los estados de EE.UU, donde el pasado 1 de mayo, un grupo de manifestantes armados irrumpieron en el capitolio de Lansing para protestar por el estado de confinamiento por coronavirus.
Al grito de "déjennos entrar", los manifestantes consiguieron intimidar a los senadores y la Cámara de Michigan, decidió no extender por 28 días más la emergencia sanitaria.
