Matanza de más de 1.400 delfines en una polémica cacería en las islas Feroe

Se reaviva el debate, con la cantidad de críticas que están recibiendo. Ha sucedido todo en las islas Feroe. Son imágenes que impresionan y que pueden herir la sensibilidad. Han matado a casi 1.500 delfines de lados blancos en un solo día. Los pescadores rodean a los delfines, después de perseguirles durante horas, les acorralan desde sus barcos y, en tierra, les matan a cuchillazos. Ellos defienden que es una cacería organizada, regulada y que se trata de una tradición ancestral, a pesar de la enorme repulsa que ha generado. Las asociaciones de animales piden su prohibición.

Las islas Feroe han sido testigo de una cacería masiva de delfines durante el fin de semana. Las estimaciones dicen que se habría matado a cerca de 1.428 animales. Se trata de la cacería anual de delfines y ballenas, que, los participantes, explican que se trata de una tradición de hace 1.200 años de antigüedad. Es conocida como 'grindadráp'.

Quejas por la cacería

Son muchas las organizaciones medioambientales las que han pedido que se acabe con esta actividad. Entre ellas, se encuentra Blue Planet Society, que lo ha calificado de "masacre". Por ello, pide a Dinamarca y a la Unión Europea que tomen medidas para "salvar a los delfines protegidos de estos habitantes completamente irresponsables de las islas Feroe". Uno de los voluntarios en la organización ha comenzado una petición para frenar la caza de los delfines y ballenas pequeñas. Por ahora, ha alcanzado las 5.000 firmas.

Cómo es la tradición

Los mamíferos son arrastrados hasta aguas de playa, donde son sacrificados. De ellos obtienen su carne y grasa, aunque las imágenes han provocado que se reavive un debate en las islas Feroe que de vez en cuando sale a la luz. No es una cacería comercial y está autorizada. Sin embargo, los activistas ambientales critican su crueldad.

El último debate tiene un tono más crítico, puesto que como ha sido más grande de lo habitual, afirman que atraerán la atención de gente que no ha participado nunca, es decir, “indeseada”. Eso es lo que ha explicado gente que se declara a favor de este tipo de cacería. Ha sido mucho más grande que las anteriores, y, según las organizaciones ambientales, no parece que fuese demasiado organizada

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