La primera ministra británica, Theresa May, ha cesado a su ministro de Defensa, Gavin Williamson, después de que una investigación interna le responsabilizara de filtrar la decisión clasificada del Gobierno británico de permitir a la empresa tecnológica china Huawei, sospechosa de espionaje tecnológico, que tomara parte en la instalación de redes de telefonía móvil de última generación 5G en el país.
La actual ministra de Igualdad y para la Mujer, Penny Mordaunt, sustituirá a Williamson con efecto inmediato, ha confirmado el Gobierno británico. La crisis estalló el pasado 24 de abril, cuando el diario británico 'The Telegraph' adelantó la intención del Gobierno de que el gigante chino habría recibido permiso para instalar parte de la nueva red 5G en el país, aunque "en áreas no estratégicas", dadas las acusaciones de espionaje vertidas por Estados Unidos sobre la tecnológica, que ha rechazado haber cometido negligencia alguna.
La decisión significaría un encontronazo directo con Washington, dado que el Departamento de Justicia de EEUU presentó a finales del pasado mes de enero una serie de 23 cargos contra la compañía tecnológica, a la que también se le acusa de conspirar para infringir el régimen de sanciones impuesto por EEUU a Irán.
Tras una investigación interna sobre la filtración, se ha concluido que Williamson fue el responsable de entregar esta información clasificada. De hecho, el ministro se había mostrado extremadamente crítico con las negociaciones con la empresa china, como manifestó en diciembre del año pasado: "Me preocupa mucho que Huawei pueda proporcionar nuestras redes de próxima generación. Es una cuestión que debemos examinar detenidamente y hablar cono aliados como Australia y Estados Unidos para copiar las garantías de seguridad que ofrecen sus propias redes", indicó.
A pesar de que Williamson ha negado su responsabilidad en un comunicado emitido inmediatamente después de su cese, la primera ministra del país, Theresa May, dice contar con información inapelable sobre la culpabilidad del ex titular de Defensa. "La investigación", ha hecho saber May en un comunicado dirigido al ya ex ministro, "proporciona pruebas convincentes de su responsabilidad en esta divulgación no autorizada, y no ha podido constatar una versión alternativa de los eventos que fuera igual de creíble".
"Es vital que pueda confiar plenamente en los miembros tanto de mi gabinete como del Consejo de Seguridad Nacional, la gravedad de este caso, tanto por sí sola como por las ramificaciones que presenta para el Consejo y para los intereses del país, justifican la seriedad de la decisión que hemos adoptado", ha añadido May, que ha calificado la conducta de Williamson de "profundamente decepcionante".
El ex ministro ha salido a la palestra para negar todas las acusaciones en su contra. En una carta dirigida a May, Williamson le ha transmitido su malestar por las dudas sobre su integridad y lamenta que la investigación no le eximiera de toda sospecha. "Lamento que sienta que las recientes filtraciones del Consejo de Seguridad Nacional se originaron en mi Departamento. Creo enfáticamente que este no fue el caso. Niego enérgicamente que estuviera involucrado en modo alguno en esta filtración y confío en que una investigación exhaustiva y formal hubiera reivindicado mi posición", ha manifestado.