El nuevo quebradero de cabeza de la reina Isabel II se llama "Megxit". La decisión del príncipe Harry y Meghan Markle de renunciar a sus obligaciones con la monarquía y mudarse a Norteamérica la han disgustado enormemente.
A sus 93 años, la reina ve que la decisión de uno de sus nietos podría minar aún más la imagen de la corona. Después de un 2019 marcado por el 'Brexit', la delicada salud de su esposo, el duque Felipe de Edimburgo, y los escándalos sexuales de su hijo Andrés de York, parece que el 2020 va por el mismo camino.
Algunos analistas aseguran que la razón es que Meghan Markle nunca se ha sentido aceptada por la realeza británica. Al parecer, la pareja se sintió molesta al ver que su foto no apareció en el mensaje de fin de año de la reina.
También se habla de la falta de química con sus cuñados y la presión de los medios de comunicación. El príncipe Harry, traumatizado por lo que ocurrió con su madre, siempre ha tratado de defender a su esposa y a su hijo del acoso de la prensa.
El caso es que la pareja ha decidido poner distancia. La ex-actriz ya tiene el primer trabajo de su nueva vida, locutar un documental sobre elefantes para la Disney.