Al menos 29 muertos en las graves inundaciones en Brasil

Casas que se vienen abajo por el paso de torrentes embravecidos, camiones arrastrados por el caudal y rescates in extremis de quienes han encontrado en en los tejados de los edificios su mejor refugio. Es el panorama que dejan en Brasil las fuertes lluvias torrenciales y las consiguientes inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul, en la frontera con Uruguay y Argentina. Al menos 29 personas han muerto y 60 siguen desaparecidas en la zona afectada.

Las precipitaciones no han dado tregua desde el lunes y sus consecuencias se han agravado por la rotura de una presa en una pequeña central hidroeléctrica. "La situación es absolutamente excepcional. No es un caso crítico, es el más crítico del estado en su historia", ha declarado el gobernador, Eduardo Leite, al presentar el balance de datos actualizado en una rueda de prensa.

Preguntado sobre el número de víctimas, el mandatario regional ha señalado que "desafortunadamente va a aumentar" porque "hay lugares inaccesibles" para los equipos de búsqueda y rescate. Según los registros, el volumen de lluvias de los últimos días ha sido casi cuatro veces mayor al de la media para este período. Más de 71.300 personas en 154 municipios se han visto afectados esta semana, según la Defensa Civil local.

Efectivos trabajan por tierra y aire para rescatar supervivientes

Miles de efectivos trabajan por tierra y aire para tratar de rescatar y poner a salvo a los supervivientes. Desde los propios helicóptero se han grabado escenas de personas y familias subidas a los tejados a la espera de ser trasladados a un lugar seguro.

Las autoridades han declarado el estado de calamidad durante 180 días y aseguran que están coordinando ayudas para los afectados. Leite se reunió este jueves con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que viajó a la región para conocer de primera mano la magnitud de la tragedia y reiterar el apoyo del Gobierno para enfrentar las consecuencias del temporal.

En el último año, el estado de Rio Grande do Sul, con una población de 11 millones de personas, ha sufrido el repetido golpe del fenómeno climático de El Niño, con un ciclón que provocó más de 40 muertes en septiembre. El año pasado más de 50 personas murieron en otro episodio de lluvias masivas en San Paulo.

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