Al menos cuatro personas murieron por disparos de las fuerzas de seguridad sirias en la ciudad de Tel Kalaj, en la frontera con el Líbano, que permanece sitiada desde esta madrugada, ha dicho la activista opositora Razan Zaituneh.
En conversación telefónica desde Damasco, Zaituneh explicó que tres de las víctimas fallecieron por los disparos efectuados por francotiradores, mientras que la cuarta huyó herida de la ciudad y murió en el Líbano.
La activista indicó que unidades del Ejército cercaron Tel Kalaj, situada en la provincia de Homs, irrumpieron en la ciudad y bombardearon zonas cercanas a la frontera libanesa.
Además, las fuerzas del orden están llevando a cabo detenciones arbitrarias, por lo que muchos habitantes de la ciudad, especialmente jóvenes, se han trasladado a las áreas de Al Husn y Wadi Jaled o han cruzado al Líbano.
Con anterioridad, el director de la Organización Nacional Siria de los Derechos Humanos (ONSDH), Ammar Qurabi, ha dicho que cientos de personas han cruzado la frontera para huir de la represión de las fuerzas del orden, que efectúan "disparos con tanques y artillería pesada" Tel Kalaj fue escenario ayer, viernes, de manifestaciones de médicos e ingenieros que habían abandonado el partido gobernante Al Baaz en protesta por el asesinato de civiles, según el grupo de Zaituneh, denominado "Comités de Coordinación Locales de Siria".
Los grupos opositores denunciaron desde primera hora que en esta localidad se escuchaban disparos y que cada vez llegaban más tropas a los alrededores y vehículos con "matones" del régimen. Estos nuevos incidentes tienen lugar al día siguiente de una jornada de multitudinarias protestas, que coincidió con el anuncio del Gobierno sirio del comienzo en los próximos días de un diálogo nacional.
Ayer, en el llamado "Viernes de los libres", fallecieron al menos seis personas, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que desde el comienzo de la revuelta a mediados del pasado mes de marzo ha documentado 690 víctimas mortales.