La muerte de un bebé de 17 meses ha elevado a cinco el número de personas asesinadas este martes por un hombre que, armado con granadas y un fusil, sembró el pánico en el centro de la ciudad valona de Lieja, según un nuevo balance oficial hecho público en torno a las 23.00 horas.
El fallecimiento de este bebé se suma al de dos adolescentes de 16 y 15 años de edad y el de una mujer de 75, primeras víctimas del agresor, identificado como Nordine Amrani.
El último balance ha sido confirmado por la procuradora del Rey, Danielle Reynders, en una rueda de prensa ofrecida horas después del atentado. Por su parte, la ministra del Interior, Joëlle Milquet, ha indicado desde Lieja que "ninguna información confirma un vínculo terrorista".
El presunto asesino lanzó varias granadas y disparó con un fusil de asalto contra quienes esperaban el autobús en distintas marquesinas de una céntrica plaza de la ciudad, en donde en esta época se instala el Mercado de Navidad, y tras el ataque se suicidó. La mayoría de los 123 heridos son jóvenes estudiantes que terminaban una jornada de exámenes.
Entre los heridos figuran varias personas en estado crítico, aunque el caso que más preocupa es el de un joven de 20 años que ha sido operado en el Centro Hospitalario Universitario de Lieja, según informa 'Le Soir'. De hecho, 'La Libre Belgique' informa ya de su muerte y de la de un bebé de 23 meses, aunque estos decesos, que elevarían a siete el número total de fallecidos, no han sido confirmados por las autoridades.
En la confusión de las primeras horas tras el ataque se ha especulado con que además del agresor fallecido hubiera al menos otro detenido y un tercero a la fuga. Sin embargo, fuentes policiales citadas por los medios belgas durante la tarde apuntan que la situación está bajo control.
El alcalde de la ciudad, Willy Demeyer, ha afirmado que se trata de un "incidente aislado" y ha explicado que los dos estudiantes asesinados fueron víctimas del ataque cuando salían de realizar un examen. Demeyer ha explicado que ahora supervisa los trabajos para que "vuelva el orden" y Lieja "pueda recuperar su funcionamiento", después del caos vivido.
Tras el atentado, el transporte público se ha suspendido, las líneas de telefonía móvil y algunas páginas web de información se han colapsado y un gran número de edificios públicos y comerciales han permanecido cerrados con personas atrincheradas en su interior por miedo a nuevos ataques
Cerca de las 17:00 horas, la Policía ha comenzado a levantar parte del perímetro de seguridad y considera que la situación está bajo control, según los medios locales, que apuntan que ya no se buscan más sospechosos. No está claro si además del agresor que se ha suicidado hay otro detenido.
El agresor fallecido es un joven belga de 33 años de edad que en 2008 fue condenado a 58 meses de cárcel por posesión de armas y drogas. El atentado se ha producido en torno a las 12:30 horas y ha provocado el caos en la ciudad por los rumores de que varios agresores se habían dado a la fuga. Además se han escuchado disparos en calles aledañas al primer ataque y grupos de personas se han encerrado en distintos edificios comerciales y sedes públicas para protegerse.
En el Palacio de Justicia se ha instalado un hospital de campaña después de que en el edificio se refugiaran varios de los heridos. Hospitales de la vecina Holanda se han preparado para acoger posibles heridos y han enviado ambulancias para colaborar con los servicios de emergencia de Lieja.
La Policía de Lieja, además, se ha incautado de un paquete sospechoso localizado junto a la Catedral y ha desplegado un equipo de artificieros en la plaza en donde se han registrado los hechos tras localizar en ella el vehículo aparcado del sospechoso muerto. El nuevo primer ministro, Elio Di Rupo, y la ministra del Interior, Joelle Milquet, han ido hasta el lugar para conocer lo sucedido de primera mano. También el Palacio Real ha anunciado en un comunicado que los reyes de Bélgica se han desplazado esta tarde a Lieja.
