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LAS TROPAS UCRANIANAS CONTINÚAN SU OFENSIVA

Los intensos combates en Slaviansk dejan al menos una quincena de muertos

Los choques armados en las afueras de Slaviansk entre las fuerzas gubernamentales y las milicias prorrusas  han dejado un balance provisional de al menos 15 muertos y más de 50 heridos. El titular de Interior afirmó que resistirán hasta el fin, pero "si no recibimos ayuda, nos aniquilarán".

Las milicias prorrusas que defienden Slaviansk aseguran que 10 personas, entre ellas civiles, murieron en el asalto de las fuerzas ucranianas a un puesto de control de esta ciudad del sureste del país.

Fuerzas gubernamentales y milicias prorrusas han protagonizado intensos combates en las afueras de Slaviansk, el bastión de la sublevación en el sureste de Ucrania, con un balance provisional de al menos una quincena de muertos y más de 50 heridos.

El ministro del Interior de Ucrania, Arsén Avákov, admitió que las tropas ucranianas sufrieron cuatro bajas mortales y otros treinta efectivos resultaron heridos en los choques armados, en los que las fuerzas de Kiev perdieron también un helicóptero Mi-24, el cuarto derribado por los prorrusos en los últimos días.

"Hemos sufrido bajas, cerca de diez personas, incluidos civiles, y entre 20 y 25 heridos", aseguró a la agencia rusa RIA-Nóvosti el comandante de las llamadas fuerzas de autodefensa prorrusas, ígor Strelkov.

Los primeros combates de la jornada se produjeron en la localidad de Andréyevka, donde las tropas ucranianas recuperaron el control de la torre de televisión que brinda señal a Slaviansk y la vecina Kramatorsk.

Esta última ciudad despidió hoy los restos de Yulia Izótova, una joven de 21 años, que murió el sábado pasado alcanzada por un disparo de las tropas ucranianas cuando llevaba comida a su novio, un miliciano prorruso que montaba guardia en un puesto de control de carretera.

Más de 2.000 personas se congregaron junto al Ayuntamiento, convertido en el cuartel general de las milicias prorrusas, en el funeral de la joven, estudiante de enfermería, que yacía en el féretro vestida de novia.

"¡Malditos, cómo habéis podido matarla!", exclamaba desconsolada una mujer, junto al ataúd, cubierto de flores. Mientras, en Andréyevka, a una veintena de kilómetros, los milicianos prorrusos atacaban las posiciones de las tropas ucranianas junto a la torre de televisión.

"Acaba de producirse un fuerte tiroteo, id con cuidado, hay francotiradores", dijo un vecino de Andréyevska a un grupo de periodistas, entre ellos Efe, que se había trasladado de Kramatorsk a esa localidad.

La veracidad de sus palabras quedó confirmada poco después en la carretera cuando, en medio de una incesante lluvia, dos milicianos prorrusos a punta de Kaláshnikov comenzaron a requisar coches con el propósito declarado de trasladar a compañeros heridos.

El jefe de las fuerzas de autodefensa destacó que los rebeldes lograron "frenar el avance del enemigo en las inmediaciones de ciudad (Slaviansk), pero con muchas dificultades", en particular junto a la localidad de Semiónovka.

Por su parte, el ministro del Interior ucraniano reconoció que los rebeldes prorrusos cuentan con armamento pesado, lo que ralentiza el avance de las fuerzas leales a Kiev. Según Avákov las milicias prorrusas estarían integradas por menos de un millar de efectivos, entre los que figurarían veteranos de guerra y militares que sirvieron en los Ejércitos soviético, ruso y ucraniano.

En declaraciones a la prensa en uno de los puestos de control a la entrada de Slaviansk, el titular de Interior afirmó que la operación para neutralizar a las milicias y retomar la localidad -que se inició el viernes pasado- va lenta porque quieren evitar víctimas civiles. "Nuestras fuerzas no asaltan barrios residenciales y se han impuesto la limitación de no atacar allí donde hay población civil", aseveró.

"Estamos atados de pies y manos, ya que a nuestro alrededor hay población pacífica. Algunos nos apoyan, otros no, eso no importa: los militares ucranianos no pueden disparar a la población pacífica", insistió. Strelkov, el jefe militar de los rebeldes, admitió que las milicias se encuentran en gran inferioridad numérica ante las fuerzas ucranianas, pero aseguró que él y sus hombres no abandonarán la ciudad.

"Resistiremos hasta el fin, pero si no recibimos ayuda, nos aniquilarán", dijo a la agencia rusa RIA-Nóvosti. En su nueva ofensiva contra Sklaviansk y Kramatorsk, las tropas ucranianas han sido reforzadas con efectivos de la Guardia Nacional.

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