Al menos 200 personas han muerto y más de 11.000 han resultado heridas en un terremoto de 7 grados en la escala abierta de Richter que ha sacudido la provincia central china de Sichuan, en la misma falla en la que un seísmo de un grado más de magnitud causó 90.000 víctimas mortales hace casi cinco años.
El seísmo ocurrió a las 08.02 hora local (00.02 GMT) y sacudió la comarca de Lushan, en el área municipal de Yaan, situada en el centro de la provincia, a los pies del límite oriental de la meseta tibetana, según el Centro de Redes Sismológicas de China. El epicentro fue situado a 30,3 grados latitud norte, 103 grados longitud este y 13 kilómetros de profundidad, en la falla de Longmenshan, la misma donde se produjo el seísmo de 2008, detalló el centro, citado por la agencia oficial Xinhua.
Más de 6.000 soldados del Ejército de Liberación Popular chino y aparatos de las Fuerzas Aéreas han sido enviados a la zona afectada para participar en las tareas de rescate y ayuda a las víctimas, informó la división militar de Chengdu, la capital provincial de Sichuan. También han sido destinados a la zona equipos de la Policía provistos de maquinaria especializada para la búsqueda de víctimas entre los escombros, y se informó de que al menos 27 personas fueron rescatadas por bomberos en las primeras horas tras el seísmo.
En la zona afectada, donde la luz y el agua corriente han quedado cortadas, miles de edificios se han derrumbado, entre ellos la mayoría de los de las localidades de Lushan (cabecera comarcal) y Longmen. Muchas carreteras de la zona afectada han quedado cortadas por desprendimientos, lo que dificulta las labores de rescate, aunque el lugar es una zona menos remota que la del seísmo de 2008.
El lugar es conocido por ser el primero en el que fueron avistados osos panda en la historia, y es base de una zona de investigación de esta especie en peligro de extinción, aunque responsables de este centro consultados por la prensa oficial señalaron que no hay víctimas entre su animales.
El fuerte temblor pudo sentirse claramente en Chengdu, situada a 140 kilómetros de Yaan, así como en otras provincias del oeste del país, en un radio de miles de kilómetros. Un residente de Chengdu relató a Xinhua que desde su apartamento, situado en un decimotercer piso, pudo sentir cómo su vivienda temblaba durante 20 segundos, mientras veía caer tejas de edificios colindantes.
La televisión estatal CCTV ha ofrecido imágenes de la zona afectada, en la que la mayoría de los habitantes han salido de sus casas y permanecen en la calle por temor a réplicas. Cámaras de seguridad en las calles de Yaan, la capital comarcal (de 1,5 millones de habitantes) mostraron a gente corriendo atemorizada por las calles, mientras los enfermos de un hospital eran evacuados y son tratados en plena calle.
Tras el fuerte temblor inicial se han registrado una veintena de réplicas en la zona, la peor de ellas de 5,3 grados. El presidente chino, Xi Jinping, ha pedido a las autoridades y equipos de salvamento que maximicen los esfuerzos de atención a las víctimas, y el primer ministro, Li Keqiang, viajó a la zona afectada para supervisar las labores de rescate.
El oeste de China es una zona de frecuente actividad sismológica, al encontrarse en la zona de fricción de las placas tectónicas india y asiática. En las últimas semanas varios temblores de menor intensidad en la también occidental provincia china de Yunnan han causado decenas de heridos.
El 12 de mayo de 2008, un seísmo de 8 grados con epicentro en Weichuan (norte de Sichuan) causó 90.000 muertos y cerca de 375.000 heridos, el peor sufrido por China desde el terremoto de Tangshan en 1976.