Al menos siete muertos tras varias explosiones en el centro de Yakarta

Al menos siete personas han muerto, entre ellas cuatro asaltantes, tras un ataque con explosivos en el centro de Yakarta, informa el portal de noticias indonesio Rappler. La Policía precisó que en el ataque participaron entre 10 y 14 hombres armados, dos de los cuales habría fallecido tras detonar los explosivos adheridos a su cuerpo, recogen medios locales. Se cree que varios podrían encontrarse dentro de un centro comercial aledaño al lugar del suceso.

La Policía ha matado a tiros a cuatro de los presuntos milicianos que han llevado a cabo los ataques, se está procediendo a asegurar la zona, según ha indicado un portavoz policial. "Estamos esterilizando el edificio desde el sótano hasta el tejado", ha explicado a la prensa Iqbal Kabid, explicando que el tiroteo entre los atacantes y la Policía ha tenido lugar en un cine. "Muy pronto declararemos segura la situación", ha adelantado.

Según la agencia de noticias Amaq, afín a la organización que dirige Abú Bakr al Baghdadi, Daesh está detrás de los ataques. De acuerdo con este medio el objetivo eran "extranjeros y las fuerzas de seguridad". Por su parte, el jefe de la Policía de Yakarta, Tito Karnavian, ha señalado que "definitivamente Daesh está detrás de este ataque".

Según ha dicho, el combatiente indonesio Bahrun Naim, que se cree está en Siria, lleva "planeando esto desde hace un tiempo". "El está detrás de este ataque", ha añadido, según informa Reuters. El portavoz de la Policía, Anton Charliyan, había reconocido previamente que se había recibido "una amenaza de Estado Islámico de que Indonesia estaría en el punto de mira".

La primera deflagración se produjo al mediodía en un puesto de policía, reporta el canal local DetikTv, que muestra fotografías recogidas en las redes sociales donde se puede apreciar el cuerpo de al menos un oficial postrado en el asfalto. Tras el estallido se inició un intenso tiroteo seguido por más explosiones.

El intercambio de disparos continuó en un cine y en un local de la cadena Starbucks situados en el centro comercial Sarinah, en el barrio de Jalan Thamrin, cercano al palacio presidencial y a oficinas de la ONU.

Según el diario Kompas, los disparos alcanzaron a varias personas, por lo que el número de víctimas podría aumentar. La Policía acordonó las calles aledañas al centro comercial Sarinah, escenario del ataque, en el barrio de Jalan Thamrin, cercano al palacio presidencial y a oficinas de la ONU. Las autoridades pidieron a los residentes del área que se mantengan en sus domicilios y se alejen de las ventanas.

Las autoridades de Indonesia han desplegado tanques y a las fuerzas de élite en el lugar de los ataques, según ha informado el diario local 'Kompas'.

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ha condenado el ataque e instó a perseguir a los culpables. "Condenamos los ataques. Perseguir y atrapar a esos hombres y su red", declaró Widodo, según recogen medios locales. "No debemos tener miedo. No podemos ser derrotados por actos terroristas", aseveró el mandatario, quien viaja a la capital desde Majalengka, en Java Occidental, donde se encontraba por motivos de agenda.

Widodo pidió a la gente que se eviten las especulaciones con la pertenencia a grupos extremistas de los posibles culpables y que se espere hasta que termine la investigación policial. Indonesia permanecía en alerta por posibles ataques contra las autoridades locales y lugares frecuentados por extranjeros.

Daesh reivindica la autoría del ataque
El grupo terrorista Daesh ha asumido en un comunicado la autoría del atentado que tuvo lugar en Yakarta y provocó la muerte de al menos siete personas. La nota, difundida en foros yihadistas, señala que "los soldados del califato colocaron artefactos explosivos a la vez que cuatro de ellos atacaron con armas ligeras y cinturones explosivos" en esta operación en la que murieron "cerca de 15 cruzados".

El atentado tuvo lugar en el barrio de Jalan Thamrin, una céntrica zona de la capital indonesia donde se encuentran varios hoteles y restaurantes frecuentados por extranjeros y las oficinas de la ONU, en las cercanías del palacio presidencial.