Milei propone 10 medidas para cambiar el modelo económico y anuncia el fin de algunos privilegios de los políticos

La comitiva del presidente argentino se acercaba al Congreso entre insultos de manifestantes, sin embargo, el recibimiento formal ha sido muy distinto. Milei ha sido ovacionado al entrar a la cámara, donde le han recibido con aplausos y abrazos que los allí presentes le han demostrado el apoyo y el entusiasmo con el que recibían su primer discurso. 70 minutos después, el presidente dejaba claro que quiere eliminar algunos privilegios a los políticos y cerrar la agencia de noticias estatal Télam.

"Vamos a cerrar la agencia Télam, que ha sido utilizada en las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista", afirma el presidente. Un poco más adelante en su discurso habla de un paquete de leyes 'anticasta' que quiere enviar al Congreso que afectan a la jubilación privilegiada del Presidente, los sindicatos y las leyes laborales.

Milei muestra la desconfianza que siente hacia un sector de la política

Las 10 medidas están encaminadas a reformar el sistema económico nacional que padece una inflación de más de 250% interanual y una pobreza de más del 50% de la población: "Todavía no hemos visto todos los efectos del desastre que heredamos, pero estamos convencidos que vamos por el camino correcto, porque por primera vez en la historia estamos atacando el problema por su causa: el déficit fiscal, y no por sus síntomas", asegura Milei. Y también ha recortar algunos privilegios que se venían dando dentro de la clase política.

"Tanto yo como mis funcionarios viajamos en vuelos comerciales, y no en vuelos privados como están acostumbrados a hacer los políticos que tienen una concepción laza de para qué sirve un avión sanitario", advierte.

"Ningún político ni familiares de políticos puedan usar aviones privados", anuncia el presidente argentino.

Los aplausos con los que fue recibido Javier Milei en la cámara contrastan con los manifestantes que estuvieron proclamando cánticos e insultos tras el cordón de seguridad.

A nivel anecdótico, el diputado kirchnerista Mario Manrique tomó la decisión de escuchar el discurso de espaldas al estrado. Con la silla completamente girada llamó la atención de los allí presentes y no pasó desapercibido. Además, también fue especialmente llamativa la entrega del traductor de signos durante la intervención.

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