México

Miles de migrantes se agolpan en la frontera entre México y Estados Unidos y se teme el colapso total

Hay familias enteras con niños que llevan días esperando antes de que se derogue el Título 42 que permitía las devoluciones en caliente.

Patrulleros de fronteras y la Guardia Nacional hacen un ejercicio de seguridad

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Nadie sabe exactamente cuántas decenas de miles de inmigrantes están cerca o junto a frontera de los Estados Unidos desde México pero lo que sí se sabe es que han cruzado Centroamérica escapando de pobreza y persecución y, a la vez, atraídos por señales equívocas de la administración Biden.

No acaban de creerse que no se pueda entrar en los Estados Unidos, por eso vienen, además de por el futuro incierto y peligroso que les espera en sus países.

Hasta ahora se ha mantenido el llamado Título 42 que permitía expulsar a los inmigrantes en caliente, es decir, de antemano, nada más cruzar la frontera estadounidense, alegando la posibilidad de que estuvieran infectados de covid.

En la práctica, sin embargo, había tantas excepciones que ningún inmigrante dejaba de cruzar la frontera por temor a ser expulsado. La prueba de ello es que ahora que se deroga el Título 42 ha habido una estampida de llegadas a la frontera, al menos 10.000 cada día.

Con la nueva regulación en teoría nadie será expulsado en caliente pero quienes pidan asilo tendrán que hacerlo en alguno de los países que han cruzado antes de llegar a Estados Unidos o en alguna de las oficinas de inmigración que Estados Unidos va a abrir en Centroamérica. Y quienes se presenten sin más en Estados Unidos y sean rechazados no tendrán derecho a reintentarlo legalmente en cinco años. Es decir, la legislación se va a endurecer.

El problema es que nadie sabe qué hacer con quienes ya están en la frontera y han salido de sus países hace meses. Ni con los miles que ya han cruzado la frontera y están dentro de Estados Unidos a la espera de que se les diga si pueden o no quedarse o adónde se les enviará.

La administración Biden, además, se ha quedado durante largo tiempo atrapada de sus propias dudas y temores políticos. Limitar seriamente la llegada de inmigrantes supone tomar medidas no solo parecidas a las que proponen los republicanos sino opuestas completamente a las que defiende buena parte de los votantes demócratas.

Ahora se prometen medidas estrictas a medio y largo plazo. Pero en la frontera se ha formado un drama humano que exige solución inmediata. Y nadie sabe cuál será.

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