La policía antidisturbios turca ha empleado cañones de agua a presión y gases lacrimógenos contra miles de manifestantes que marchaban hacia la céntrica plaza Kizilay, en Ankara, según ha mostrado en directo la televisión Halk.
Varias marchas, en las que participaban unas 10.000 personas, se dirigían a esa plaza en solidaridad con las manifestaciones antigubernamentales que desde hace más de una semana sacuden las principales ciudades de Turquía.
Las protestas comenzaron en la capital turca en un aire festivo cantando, tocando vuvuzelas y lanzando consignas con gente procedente de diversos barrios de Ankara, que se agruparon en el centro de la ciudad.
La policía ha intervenido cuando los manifestantes se aproximaban a la plaza, en la que pretendían concentrarse, y tras cortar el tráfico en los alrededores de ese céntrico lugar.
La policía ha dispersado la marcha con cañones de agua a presión y gases lacrimógenos lanzados desde blindados, mientras que los antidisturbios ha creado un perímetro de seguridad alrededor de la plaza.
Tras unos enfrentamientos en los alrededores de la plaza, numerosos blindados y agentes custodiaban Kizilay después de haberse dispersado la protesta.
En otros barrios de la capital turca, como ha sucedido en la última semana, la gente ha salido de sus casas para participar en una "cacerolada" o se ha unido a ella desde sus balcones y ventanas. En algunos barrios se han registrado también concentraciones de protesta.
El partido en el poder en Turquía ha descartado elecciones anticipadas mientras miles de manifestantes piden el cambio.
