La directora regional de UNICEF en Asia Meridional, Karin Hulshof, asegura que la situación en Nepal es dramática. "Vidas perdidas, casas destruidas y un daño irreparable a lugares patrimonio de la humanidad", asegura Hulshof. Sostiene que las más de 60 réplicas han empeorado "considerablemente" la situación. Los informes de UNICEF habla de la limitación de suministros de agua y alimentos, cortes de electricidad y redes de comunicación caídas. Cientos de miles de personas pasan la noche en espacios abiertos, por temor a nuevos temblores. Se ha informado también de la llegada de fuertes lluvias que pueden empeorar aún más las condiciones.
Esta crisis deja a los niños particularmente vulnerables, el acceso limitado a agua potable y saneamiento pondrá a los niños en riesgo de contraer enfermedades que se transmiten por el agua, mientras que algunos niños pueden haber quedado separados de sus familias. Unicef está movilizando personal y suministros de emergencia para afrontar las necesidades humanitarias urgentes de los niños afectados por el terremoto, centradas en agua y saneamiento, nutrición, educación y protección infantil.
La organización está apoyando el reparto de agua con camiones cisterna y la provisión de sales de rehidratación oral y suplementos de zinc para las personas agrupadas en asentamientos y proporcionando tiendas de campaña para instalaciones médicas. UNICEF está también preparando dos vuelos con 120 toneladas de artículos humanitarios que incluyen suministros médicos y para hospitales, tiendas de campaña y mantas, para su traslado urgente a Katmandú.