"Lo que Jesús quería es que ayudáramos a tantas personas como fuera posible. En Noruega ya no es posible atender a más". Con estas polémicas declaraciones en una entrevista a la cadena local NRK, Sylvi Listhaug, ministra de Noruega de Inmigración, explicaba el pasado mes de noviembre la razón por la que su país no iba a acoger a más refugiados.
Esta semana, la ministra ha querido probar por si misma la difícil situación que viven los refugiados cuando sus barcas se hunden en el mar con un gesto simbólico, recoge el Washington Post.
Listhaug viajó a la isla de Lesbos y se tiró al mar, pero ni siquiera se mojó. Vestida con un chaleco salvavidas naranja estuvo en el agua unos minutos y después fue 'rescatada' por una embarcación que nunca se fue de su lado.
"Es una experiencia completamente diferente cuando llevas puesto un chaleco salvavidas", comentó la ministra en una entrevista en uno de los periódicos de mayor tirada de Noruega. "Es crucial que sigamos rescatando a personas, tanto en Lesbos como en el Mediterráneo", añadió después.
Listhaug ha sido objeto de críticas en las redes sociales y algunos han calificado como insensible el gesto de la ministra.