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SEGUNDA FASE DE LAS NEGOCIACIONES
Un ministro británico cree que el electorado puede cambiar el acuerdo del 'brexit': "Nada está acordado hasta que todo esté acordado"
Michael Gove, importante político de la campaña a favor de la salida de la Unión Europea, considera que si a los británicos "no les gusta el acuerdo", pueden pedir que el próximo Gobierno lo cambie. Sin embargo, las siguiente elecciones generales serían en 2022, tres años después de la fecha límite del 'brexit'.
El ministro británico de Medio Ambiente, Michael Gove, considera que el electorado del Reino Unido puede aprovechar las próximas elecciones generales para manifestarse sobre el acuerdo final al que se llegue con Bruselas sobre el 'brexit'. En un artículo escrito en el periódico 'The Daily Telegraph', Gove -importante político de la campaña a favor de la salida de la Unión Europea (UE)- opina que si a los británicos "no les gusta el acuerdo", pueden pedir que el próximo Gobierno lo cambie.
Los próximos comicios generales están previstos para 2022, tres años después del 'brexit' (retirada del Reino Unido del bloque europeo), pero pueden ser adelantados por la primera ministra o si por alguna razón se produce una caída del Gobierno.
El acuerdo alcanzado este viernes entre Londres y Bruselas ha permitido pasar a la segunda fase de las negociaciones sobre el 'brexit', que estará centrada en la futura relación comercial y de seguridad que tendrá el Reino Unido con el bloque europeo. Pero Gove hace hincapié en su artículo que "nada está acordado hasta que todo esté acordado" al final de proceso (antes de la retirada británica en marzo de 2019). "Para las próximas elecciones, la ley comunitaria y cualquier nuevo tratado con la UE dejará de tener primacía o efecto directo en la legislación del Reino Unido", afirma el ministro.
"Si al pueblo británico no le gusta el acuerdo que hemos negociado con la UE, se permitirá que sea discrepado por un futuro Gobierno", añade el titular de Medio Ambiente. Londres y Bruselas alcanzaron el pacto correspondiente a la primera fase, que hace referencia a la situación legal de los comunitarios, la factura que deberá pagar el Reino Unido por el "divorcio" y la frontera entre las dos Irlandas.
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