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ESPAÑA SE MUESTRA CONTRARIA
Los ministros de Interior dejan la decisión de la cuotas de asilo a los líderes de la UE
Los ministros europeos de Interior acordaron trabajar en los próximos días sobre la propuesta de la Comisión Europea para el reparto de demandantes de asilo sin concretar si tendrá carácter obligatorio ni precisar cifras, una decisión que dejaron al próximo Consejo Europeo.
"Hemos dado un primer paso sobre la agenda de inmigración de la Comisión", declaró el titular italiano del Interior, Angelino Alfano, quien confirmó que las cifras del reparto las discutirán los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, que se reúnen en Bruselas los próximos 25 y 26 de junio.
El ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière, que compareció ante la prensa junto a Alfano y a su homólogo francés, Bernard Cazeneuve, tras el debate que tuvieron con las demás delegaciones europeas, confirmó que "aún no hay un resultado, pero sí la convicción común de que necesitamos muy pronto una solución común".
De Maizière destacó que esta reunión ha permitido que se expresen los Estados miembros que, como España, Portugal y varios países del este, son escépticos con la medida de la Comisión y reclaman que tenga un carácter voluntario y no obligatorio, así como que Alemania, Francia e Italia acerquen posiciones, aunque reconoció que aún quedan muchos detalles por aclarar.
Cazeneuve, por su parte, explicó que Francia, Alemania e Italia están de acuerdo en que hace falta un dispositivo de reubicación de demandantes de asilo, pero también otro de repatriación de inmigrantes irregulares por motivos económicos. "Vamos a seguir trabajando en los próximos días para consolidar este proyecto dentro de la confianza", sostuvo.
El ministro francés dijo además que es importante que estos dispositivos cuenten con una implicación de la UE y se articulen en torno a un "equilibrio solidaridad-responsabilidad". En una comparecencia previa, Cazeneuve había aclarado que la responsabilidad que debe asegurar Italia tiene que ver con garantizar una política de retorno de inmigrantes irregulares y el registro en su territorio de los demandantes, para evitar que acaben en otros puntos de la UE sin haber sido identificados a su llegada.
En este sentido, incidió en que "en la UE existen reglas que hay que respetar, como la del espacio sin fronteras interiores de Schengen y el reglamento de Dublín". Alfano, que llegó a la reunión muy molesto con Francia por el cierre de su frontera a inmigrantes en la localidad italiana de Ventimiglia, se mostró más conciliador, pero aprovechó la ocasión para recalcar que Italia "siempre ha respetado las reglas y las seguirá respetando".
"En Ventimiglia la situación es difícil. Hay una voluntad de trabajar juntos, nuestra cooperación es fuerte dentro de la solidaridad y la responsabilidad y las cosas progresan de forma positivamente", añadió sobre esta cuestión Cazeneuve. La propuesta del Ejecutivo comunitario sobre las llamadas cuotas de asilo se refieren en concreto a 40.000 demandantes de asilo eritreos y sirios llegados a Italia y Grecia desde el pasado 15 de abril que deberían distribuirse entre los Estados miembros en función de criterios como el PIB, la población, la tasa de desempleo y el esfuerzo previo realizado en materia de acogida de refugiados. Según esta clave de reparto, España tendría que aceptar a 4.288 solicitantes de asilo.
El ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz, subrayó por su parte que España está en contra de que esta medida sea obligatoria, al tiempo que dudó de que vaya a resolver el problema en el Mediterráneo. También pidió que se trabaje sobre la raíz del problema y se pongan en marcha programas de cooperación con países de origen y tránsito, así como que se tenga en cuenta el esfuerzo que ya ha realizado España.
La propuesta tal y como la presentó la Comisión solo la apoyaron sin reservas Italia y Grecia, que son los principales beneficiarios, pero generó rechazo por distintos motivos en más de una decena de países comunitarios, entre ellos España, Portugal, la República Checa, Hungría, Polonia, Croacia, Eslovenia, Bulgaria, Estonia, Eslovaquia, Rumanía y Lituania. Otros, como Alemania, Francia, Malta, Chipre, Suecia, Austria, Holanda, Bélgica y Luxemburgo se habían manifestado a favor de la medida, aunque todos consideran que habría que introducir algunos cambios antes de darle el visto bueno.
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