Evo Morales, durante una rueda de prensa en La Paz

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SIETE AÑOS DE MANDATO

Morales asegura que ha sacado de la pobreza a un millón de bolivianos en el último años

El presidente de Bolivia, Evo Morales, utilizó la bonanza económica y la reducción de la pobreza en su país para avalar sus siete años de Gobierno, el segundo mandato más largo en la historia nacional después del de un militar en el siglo XIX. El mandatario detalló en un minucioso discurso de cuatro horas ante el Congreso los logros su gestión, sobre todo los económicos, y propuso una "agenda patriótica" de 13 metas para el 2025, cuando Bolivia celebrará los 200 años de su fundación.

Morales destacó su política de nacionalización de empresas en diversos sectores, expropiaciones que han puesto bajo control gubernamental el 34 % de la economía, frente al 18 % de 2005, un año antes de su llegada al poder. "No queremos arrebatar la economía a los privados", dijo Morales, quien sostuvo que este sector debe ayudar en la producción, si bien la presencia del Estado es clave en varios sectores estratégicos.

Aseguró que las expropiaciones -de una veintena de empresas de países como España, Brasil, Suiza o Italia- no ahuyentaron las inversiones en Bolivia porque durante sus siete años de gestión el promedio de los capitales extranjeros es superior al de los siete años anteriores. "Hemos nacionalizado y no se escaparon las inversiones", apuntó el mandatario, quien a continuación señaló que la media anual de la inversión extranjera en su gestión es de 593 millones de dólares, superior a la cifra de 444 millones del período 1999-2005. En este mismo periodo, el valor acumulado de las exportaciones creció de 11.486 a 48.912 millones de dólares, afirmó.

El presidente ilustró de forma especial el caso de 2012, cuando las exportaciones sumaron 11.589 millones de dólares. Esta cifra, dijo, supera a la de todo el septenio anterior a su llegada al poder. La venta de hidrocarburos, nacionalizados en 2006, representa el grueso de las exportaciones, con un valor de 22.680 millones de dólares, frente a 3.540 millones anteriores.

En el período 2005-2011, la pobreza moderada bajó del 60,6 % al 45 %, lo que permitió que un millón de bolivianos pase a la clase media, mientras que la pobreza extrema se redujo del 38,2 % al 20,9 %. El crecimiento en 2012 del Producto Interior Bruto en un 5,2 %, el PIB per cápita situado en 2.470 dólares, las reservas internacionales de 14.000 millones de dólares y la negociación para ingresar como miembro pleno al Mercosur fueron otros de los logros citados por Morales.

A pesar de estas cifras positivas, el presidente no eludió las críticas hacia la estatal minera Colquiri por los malos resultados obtenidos tras su expropiación a la suiza Glencore a mediados del año pasado. "Si la nacionalización es para producir menos, no hay por qué nacionalizar", reflexionó Morales al exigir mejor desempeño a Colquiri, que redujo su producción, pese a haber aumentado su plantilla.

Tampoco faltó en el discurso su habitual crítica a Estados Unidos, país del que Morales dijo que nunca aceptó presiones. Además, defendió su política internacional de relación con todos los países del mundo y celebró el éxito de su gestión ante la ONU para defender el masticado de la hoja de coca. Al comenzar su alocución, hizo una mención especial a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, de quien reveló que recibe tratamiento de fisioterapia para volver próximamente a su país desde Cuba, donde convalece desde hace más de un mes tras ser operado del cáncer.

Además se planteó como meta que su país haya recuperado para el año 2025 la salida soberana al océano Pacífico que perdió en una guerra librada contra Chile a fines del siglo XIX. Esta meta es parte de una "agenda patriótica" con trece pilares para celebrar dentro de 12 años el Bicentenario y entre los que están la erradicación de la pobreza, universalidad de los servicios básicos, salud, educación y deportes y la industrialización del país.

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