Siria
Muere atragantada mientras comía una niña hambrienta de 6 años tras días de ayuno y maltrato de su padre
El informe médico reveló que la niña de 6 años se había atragantado comiendo y estaba desnutrida.
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Nahla al-Othman tenía 6 años y vivía en un campamento en Farjallah, una zona controlada por los rebeldes en el noroeste de Siria. Su padre solía encadenarla y esconderla en una jaula para que no deambulara sola.
"Le pedimos más de una vez que la desencadenara, que no la metiera en una jaula, pero él se negó constantemente", aseguró el supervisor del campo, Hisham Ali Omar.
Este campamento se sitúa en una de las zonas más empobrecidas de Siria, donde más de la mitad de los 4,2 millones de habitantes de la zona han huido allí durante la guerra. El campamento de Farjallah alberga a unas 350 familias en la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía.
La dura vida de Nahla se ensombreció del todo cuando se ahogó hasta morir mientras estaba desesperada comiendo demasiado rápido. Unos residentes del campamento encontraron a Nahla ahogándose y la llevaron de urgencia a un hospital en la cercana aldea de Killi, informa el 'New York Times'. El informe del forense dictaminó que se había atragantado y estaba desnutrida.
Según 'Save the Children', los suicidios entre niños y adolescentes en el noroeste de Siria también están aumentando ante las precarias situaciones en las que viven. Estos campamentos carecen de protección contra el calor, el frío, tampoco tienen atención médica ni saneamiento.
Según revela el citado periódico, la familia había sido expulsada de su casa en otra parte de la provincia de Idlib hace tres años. Su madre se fue a vivir como refugiada a Turquía y su padre se quedó con los niños. Las autoridades locales detuvieron al padre de Nahla durante varias semanas, pero fue liberado sin cargos la semana pasada.
Nadie del campamento denunció la situación aunque algunos dieron comida a la niña en varias ocasiones. El supervisor del campamento apuntó en declaraciones a medios que las terribles condiciones en los campamentos dejaron a muchos padres luchando por cuidar a sus hijos.
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