Reino Unido
Muere un bebé por una sepsis después de que los médicos dijeran a los padres que tenían la "paranoia de padre primerizo"
Días después de no realizarle pruebas por una supuesta 'paranoia' de los padres, el bebé no respiraba y lo llevaron al hospital. Había muerto tres horas antes.
![Imagen de archivo de un bebé. Imagen de archivo de un bebé.](https://fotografias.antena3.com/clipping/cmsimages02/2024/09/01/7E3BE37B-040D-48DD-8DF6-5BC5453B3874/imagen-archivo-bebe_98.jpg?crop=6000,3376,x0,y521&width=1900&height=1069&optimize=low&format=webply)
Publicidad
"Paranoia de padre primerizo", fueron las palabras que le dijeron los médicos a una madre que acudió al hospital tras notar comportamientos poco comunes en su bebé recién nacido. A los pocos días el pequeño no respiraba y tras ser llevado a Urgencias, los sanitarios no pudieron hacer nada por salvarle la vida y murió a consecuencia de una sepsis.
Lilly Rossiter, de 21 años, se encontraba en su 34 semana de embarazo cuando los médicos notaron que el bebé no se movía con lo considerado para ese estado, lo que casi provoca que dos semanas después se sometiera a una cesárea, pero la frecuencia cardiaca de ambos volvió a la normalidad y la cancelaron.
Poco después, el 29 de marzo de 2022, nació, por cesárea, en el St Michael's Hospital en Bristol (Inglaterra), Harvey Saines. Sin embargo, Lilly se fijó en que su hijo tenía un comportamiento extraño: "Estaba en su cuna dando sacudidas. Me dijeron que eran reflejos", explica la madre a 'Daily Mail'.
Una vez regresaron a casa, Lilly seguía preocupada al ver los movimientos espasmódicos y porque tenía los labios azules, pero eran síntomas de bebés nacidos por cesárea. Una semana después, la pequeña permanecía dormida, "no se despertaba ni para tomar el biberón", por lo que tuvo que ser atendida por paramédicos que le midieron los niveles de glucosa. "Dijeron que estaba bien", declara la madre al citado diario.
Vomitaba el biberón
Finalmente, la familia animó a llevar al bebé a urgencias contando que no comía, y que cada vez que lo hacía vomitaba el biberón. A petición de los médicos, le alimentaron delante de ellos para evaluar cómo estaba y tras ver que todo estaba bien le mandaron a casa. Lilly al no quedarse satisfecha les preguntó por las sacudidas, a lo que los médicos le respondieron que posiblemente se tratase "de padres primerizos paranoicos".
Harvey continuaba con vómitos y sacudidas, pero los médicos seguían diciendo que era un reflejo. Pero lo peor llegó cuando su bebé no respondió en un intento de despertarlo para darle el pecho. "Vi que estaba banco y azul. No respiraba. Le grité rápidamente".
El padre, Zach Saines, le realizó una RCP mientras esperaban a la llegada de los sanitarios que le levaron al Bristol Roya Hospital for Children, donde intentaron reanimarlo pero lamentablemente "había muerto tres horas antes de que nos despertáramos", lamenta la madre.
La autopsia determinó que Harvey murió por una sepsis por esteptococo A y fibrosis miocárdica, además de que durante el embarazo había tenido falta de oxigeno.
Traumada de por vida
La pareja tuvo en mayo de 2023 a Harrison, su segundo hijo, pero el miedo por la experiencia con Harvey les ha dejado traumados. Cuenta a 'Daily Mail' que llamó en múltiples ocasiones cuando nació su hijo, "así de mal me traumatizó".
El pequeño ha sido intervenido en cuatro ocasiones por la misma enfermedad que su difunto hermano, estreptococo A, incluso ha tenido que se hospitalizado dos veces. "Siento que va a morir mientras duerme. Cuando veo a Harrison tocando solo, me hace llorar. Tengo fotos de Harrison visitando la tumba de Harvey", explica Lilly.
Más Noticias
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com
Publicidad