China
Muere una joven de 22 años tras entrar en parada cardiorrespiratoria por trabajar horas extra
La joven china falleció hace dos días por complicaciones relacionadas con su ingreso en un hospital.
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Hace dos días fallecía una joven de 22 años y de nacionalidad china. El motivo de la muerte han sido complicaciones relacionadas con su ingreso en un hospital tras desfallecer y entrar en parada cardiorrespiratoria por trabajar horas extras, según informan varios medios locales.
La joven tuvo que ser reanimada el pasado 9 de julio en la UCI de un hospital de la ciudad de Hangzhou, situada al este del país, tras sufrir una muerte súbita. Esto ocurrió supuestamente por trabajar 6 días consecutivos hasta las cuatro de la madrugada para una compañía tecnológica cuyo nombre no se conoce.
A pesar de ser salvada, tuvo que permanecer una semana más en cuidados intensivos por complicaciones y su familia confirmó a la prensa del país que la joven murió el pasado 26 de julio. El suceso trascendió con gran notoriedad al equivalente chino de Twitter, Weibo, tras que el padre de la joven pidiese ayuda para poder sufragar los gastos de un posible trasplante de corazón que, finalmente, no fue necesario.
Uno de los usuarios de esta red se lamentaba: "¡¿cuándo podrán los jóvenes terminar la jornada a su hora y cuándo los trabajadores serán protegidos?!". La muerte está presuntamente relacionada con el estrés y el exceso de trabajo. Esto ha reabierto en China el debate sobre la explotación en un sector cuyos líderes defienden con orgullo los interminables horarios laborales.
Según las leyes del país, los empleados deben trabajar 8 horas al día con un máximo de 36 horas extra cada mes. Estas cifras sitúan el límite legal en unas 196 horas mensuales. A pesar de ello, en las empresas del sector tecnológico son comunes los horarios "996": de 9 de la mañana a 9 de la noche durante 6 días a la semana.
Polémicas en China
China ha estado envuelta en muchas polémicas a causa de varias de sus leyes. Sin ir más lejos, el pasado mes de septiembre, el país prohibió a la televisión que mostrara "hombres afeminados" en los programas. Ordenó a los canales que promoviesen "la cultura tradicional china, revolucionaria y socialista". Todo apuntaba a que el mensaje iba dirigido a los cantantes y actores de apariencia andrógina.
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