Irlanda
Muere súbitamente tras "beber demasiada agua": se lo recomendaron tras una intervención y falleció ese mismo día
El hospital admitió incumplir el deber de cuidado y compensaron a la familia de la víctima con 35.000 euros por angustia mental.

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En Dublín, Irlanda, un hombre de 59 años ha muerto como consecuencia de una "intoxicación de agua" después de que los especialistas le animasen a beber mucho líquido tras un procedimiento rutinario en el hospital.
La causa de la muerte de Sean O'Donnell, padre de tres hijos, es conocida médicamente como hiponatremia. La víctima fue citada para un procedimiento rutinario en el Hospital Universitario St. Vincent en enero de 2020. Tal y como se expuso ante un tribunal dublinés, la operación salió de acuerdo a lo previsto y se le recomendó que bebiese mucha agua.
Esta ingesta, que no fue controlada por el personal, fue tan excesiva que derivó en su muerte ese mismo día. Según los datos expuestos durante el juicio, Sean sufrió una hinchazón cerebral, lo que hizo que padeciera una convulsión, seguida de un paro cardiaco y, finalmente, la muerte.
Por último, el hospital implicado admitió haber incumplido el deber de cuidado, por lo que compensaron a la familia de la víctima con 35.000 euros por angustia mental.
Beber demasiada agua demasiado rápido
Aunque es fundamental mantenerse bien hidratado para preservar la salud, consumir agua de manera excesiva y a un ritmo muy rápido puede ocasionar una disminución peligrosa de los niveles de sodio en el cuerpo, lo que pone en riesgo la vida.
El sodio es un electrolito crucial para regular la cantidad de agua en los tejidos corporales. Si los niveles de sodio descienden demasiado, el exceso de agua puede comenzar a acumularse dentro de las células, provocando que estas se hinchen. Esta situación puede resultar especialmente grave cuando afecta al cerebro, ya que este órgano no puede expandirse de manera segura debido a las limitaciones del cráneo.
Según los expertos, beber alrededor de 1,4 litros de agua en una sola hora podría ser suficiente para desencadenar esta condición. Se estima que la hiponatremia, una de las consecuencias de este desequilibrio, tiene una tasa de mortalidad de uno de cada cuatro pacientes afectados. La cantidad exacta de agua que puede causar hiponatremia varía según la persona, ya que factores como el estado de salud y la capacidad de los riñones para procesar líquidos influyen significativamente.
Además, la hiponatremia no se limita al consumo excesivo de agua en un corto periodo, sino que también puede desarrollarse al ingerir cantidades normales de agua en personas vulnerables. En algunos casos, se han registrado hospitalizaciones de individuos que consumieron entre siete y ocho litros de agua durante el día, es decir, alrededor de un litro cada tres horas. Las personas con insuficiencia renal tienen un riesgo particularmente alto, ya que sus riñones no pueden eliminar el exceso de líquidos con la misma rapidez que en personas sanas.
Los síntomas de la hiponatremia incluyen náuseas, vómitos, fatiga, debilidad muscular o calambres, irritabilidad, dolor de cabeza, confusión y, en casos graves, convulsiones.
Otras personas que han padecido hiponatremia
Se han documentado varios casos de intoxicación por agua entre corredores de maratón. Uno de los más trágicos fue el de David Rogers, un instructor de fitness de 22 años de Milton Keynes, quien falleció tras consumir en exceso agua durante el Maratón de Londres en 2007.
Otro caso notable fue el de Ashley Summers, de Indiana, quien murió en 2003 después de beber dos litros de agua en tan solo 20 minutos.
También se ha especulado que la causa de la muerte de Bruce Lee, el famoso experto en kung fu y estrella de Hollywood, pudo haber sido la intoxicación por agua. Lee falleció a los 32 años en el verano de 1973 mientras se encontraba en Hong Kong. Aunque en su momento los médicos atribuyeron su muerte a la inflamación cerebral provocada por los analgésicos, investigaciones más recientes sugieren que su ingesta excesiva de líquidos podría haber sido un factor determinante.
Los atletas y las personas que toman ciertos medicamentos que aumentan la sed, como algunos antidepresivos, tienen un mayor riesgo de sufrir hiponatremia. El tratamiento habitual para esta condición en el hospital consiste en la administración intravenosa de solución salina o medicamentos específicos para restablecer los niveles de sodio.
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