Muere Tony Nicklinson, el parapléjico británico que lucho por su derecho a morir

Tony Nicklinson, un hombre de 58 años paralizado de cintura para abajo desde hacía siete años, ha fallecido esta mañana por 'causas naturales', tan sólo siete días después de que un tribunal le negara el derecho a ser asistido por un médico para poner fin a su vida.

La petición de eutanasia de Tony Nicklinson fue desestimada por el tribunal el 16 de agosto. Los tres jueces de la Corte del Reino Unido determinaron que "la eutanasia voluntaria es un asesinato" . Los magistrados determinaron que debía ser el Parlamento británico el órgano que dispusiera cambiar la ley. Ante el veredicto Tony Nicklinson estalló en lágrimas y lamentó que la ley le condenara "a una vida indigna y miserable", reiterando su deseo de morir "con dignidad". Nicklinson sufrió un derrame cerebral en 2005 que le paralizó completamente de cintura para abajo. Para comunicarse, el enfermo se valía de una hoja de cálculo en el ordenador.

Sus abogados han comunicado la noticia de su fallecimiento este miércoles, seis días después de la decisión del Tribunal. Su familia ha comunicado que Nicklinson murió "pacíficamente". La policía no ha abierto ninguna investigación tras la defunción y los servicios médicos firmaron con normalidad el certificado de defunción del paciente. La práctica de la eutanasia es ilegal en el Reino Unido, pero una comisión de investigación recomendó el 1 de enero la revisión de la ley por el Parlamento para permitir a los médicos ayudar a los pacientes con enfermedades terminales a poner fin a su vida.