Accidente Irán

La muerte del presidente de Irán deja una incógnita sobre el futuro del país

Ante la muerte de Ebrahim Raisi, la Constitución contempla que el vicepresidente, en este caso Mohammad Mojber, ocupe su puesto, siempre con la aprobación del líder supremo.

El fallecido Ebrahim Raisí, durante la campaña electoral de 2021

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La muerte de Raisí no cambia la política iraní, pero provocará una lucha por el poder. No se puede pasar por alto que esta muerte se produce en plenas tensiones entre Israel e Irán por la guerra en Gaza. Los opositores lo han celebrado con fuegos artificiales.

Raisí, de 63 años, había sido jefe del poder judicial y representaba al ala más dura del régimen teocrático. El ayatolá Jamenei se dirigió al país afirmando que la continuidad institucional está garantizada. El país debería celebrar elecciones para elegir un nuevo presidente en los siguientes 50 días.

El sucesor temporal de Raisí, Mohammad Mojber, dirigió durante años gran parte de las finanzas del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei. También es un experto en la gestión de la "economía de guerra" para mantener a Irán a flote a pesar de años de sanciones internacionales.

El diario israelí 'Jerusalem Post' afirma que Mojber está involucrado en donaciones corruptas para mantener a varios electores cerca de los principales líderes del régimen. El nuevo mandatario sirvió en la división médica del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica hace décadas.

La llegada de Raisí al poder supuso un endurecimiento político

Ebrahim Raisí, de 63 años, tomó posesión como presidente iraní en 2021. Durante su mandato se registró un endurecimiento de la represión política y contra las libertades individuales, especialmente desde el estallido de las protestas juveniles en el otoño de 2022.

La muerte de Raisí se produce en plena carrera sucesoria por el liderazgo del régimen teocrático nacido en 1979 —toda vez que el ayatolá Alí Jameneí cumplió el pasado mes de abril 85 años—, un puesto para el que, según los especialistas, el político y alfaquí nacido en Mashhad estaba perfectamente emplazado.

Esto "no contribuye en nada" al cambio de régimen, afirmó el experto Meir Javedanfar, profesor iraní de la Universidad Reichman, en declaraciones al diario 'Jerusalem Post'. Tampoco considera que esta muerte pueda afectar a la vieja relación de enemistad de Irán con Israel, su apoyo a los grupos aliados de la zona como Hamás, Hezbolá o los hutíes de Yemen y algunas milicias en Irak, que están en guerra con Israel, o su impulso para producir armas nucleares.

Las elecciones presidenciales estaban previstas para 2025. Ahora, siempre con el visto bueno del líder supremo Jamenei, deben celebrarse en el próximo mes de julio.

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