Un hombre de 36 años ha fallecido este viernes al chocar su vehículo contra un camión detenido por las protestas del movimiento de los 'chalecos amarillos' en la localidad de Perpignan, según han confirmado fuentes policiales a 'L'Independent'. Cuando ocurrió el choque, el camión estaba detenido con las luces de emergencia. Su conductor estaba hablando con los manifestantes, tres de los cuales intentaron auxiliar al accidentado, que sucumbió a sus heridas 15 minutos después del choque.
Este sábado es el sexto fin de semana de protestas de los 'chalecos amarillos', que durante las últimas semanas han protagonizado manifestaciones, disturbios y cortes de carretera por todo el país como parte de su lucha contra las reformas propuestas por el Ejecutivo francés. El presumible epicentro de la protesta, el palacio de Versalles y sus jardines, un símbolo del poder estatal en Francia y una de las principales atracciones turísticas de Europa, se mantendrán cerrados durante toda la jornada del sábado con motivo de seguridad, ya que se esperan miles de manifestantes en la localidad de las afueras de París, a 20 kilómetros de la capital francesa.
Jean-Jacques Brot, el prefecto de la región de Yvelines, ha declarado que la manifestación se concentrará en la avenida principal de la ciudad, lo suficientemente lejos del palacio, punto central de la Revolución Francesa. De acuerdo con fuentes de la Prefectura, se espera que al menos 1.400 personas acudan a la marcha en Versalles, que se podría reproducir en varios puntos de París de manera paralela.
"Ya estamos preparados para centrar las medidas en Versalles, pero podría producirse al mismo tiempo en otro lugar", comunicó el ministro del Interior francés, Christophe Castaner, este jueves. Los comercios, restaurantes y hoteles han perdido millones de euros en beneficios por la bajada de turismo en los días previos a la Navidad.
No obstante, el movimiento ha perdido parte de fuelle en los últimos días, con tan sólo 66.000 personas participando en las protestas de la semana pasada, en comparación con las más de 300.000 personas que se concentraron el 17 de noviembre. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado un paquete de medidas con un coste de más de 10.000 millones de euros con el objetivo de cumplir algunas de las demandas de los chalecos amarillos, como aumentar el salario mínimo y reducir los impuestos a los pensionistas.