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TRAS UNA INVESTIGACIÓN EL GOBIERNO CHINO LO ADMITE
Una mujer china es obligada a abortar con 7 meses de gestación por no pagar una multa
Las autoridades del condado de Zhenping obligaron a abortar a la joven, de 23 años, porque no había podido pagar la multa de 40.000 yuanes (casi 5.000 euros) que debía abonar por tener más de un hijo.
Feng Jianmei, que tiene 23 años de edad y vive en el condado de Zhenping (centro del país), fue obligada a acudir al hospital, donde el pasado 2 de junio le pusieron una inyección que acabó con la vida de su hija porque no había podido pagar la multa de 40.000 yuanes (casi 5.000 euros) que debía abonar por tener más de un hijo, según ha explicado su familia. La fotografía de la joven y el cadáver del feto, que fue extraído dos días después, fue filtrado en Internet una semana después del aborto y ha causado gran indignación en todo el mundo.
El Gobierno lo ha admitido
Su marido, Deng Jiyuan, dijo al 'Global Times' que "el Gobierno del condado" había detenido a su esposa y la había llevado a una casa alquilada el 30 de mayo. "Estuvo a punto de suicidarse por el pánico que sentía", añadió Jiyuan, que afirmó que cinco hombres la obligaron a firmar un acuerdo para consentir el aborto y tres días después le pusieron una inyección venenosa.
Sin embargo, las autoridades de planificación familiar de Zhenping indicaban en un comunicado que no se llevaron a Feng contra su voluntad y que el aborto se practicó de acuerdo con la ley. El Gobierno chino, tras llevar a cabo una investigación, ha admitido los hechos.
Feng, que es natural de la Región Autónoma de Mongolia Interior, no dispone de permiso de residencia en Shaanxi. Ella y su marido tienen una hija de seis años y, debido a su situación y a la política de planificación familiar que se aplica en China, no tienen derecho a tener un segundo hijo, según el comunicado de las autoridades de Zhenping.
Según el Gobierno de ese condado, en marzo se explicó al matrimonio que debía obtener la documentación necesaria si quería tener un segundo hijo. Al final, las autoridades de planificación familiar convencieron a Feng para que abortase, de acuerdo con la versión oficial.
Pero Deng niega esa versión de los hechos: "No nos avisaron hasta unos días después de la inyección, cuando nos dijeron que debíamos pagar 40.000 yuanes antes de que terminase el plazo que habían fijado, pero no lo hicimos".
Zhang Kai, un abogado que trabaja en Pekín y que defiende a grupos desfavorecidos, ha calificado de "inhumano" lo que le ha ocurrido a Feng y ha afirmado que "se han violado sus Derechos Humanos". Zhang ha declarado al periódico que, desde que se conoció este caso, unas 20 mujeres de distintos lugares de China le han escrito para contarle que ellas también fueron obligadas a abortar.
Las informaciones que han aparecido en Internet sobre el caso de Feng han dado lugar a un debate sobre la política nacional de planificación familiar.
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