Una mujer es despedida y desata su furia destrozando decenas de botellas de vino en Argentina

Una joven de 25 años ha protagonizado un ataque de furia y nervios en un supermercado de Argentina. La joven, de nombre Evelyn fue despedida de un supermercado chino de la ciudad de Rafaela, en la provincia de Santa Fe. Al conocer la noticia se acercó a una góndola de vinos y mientras alzaba la voz contra sus jefes tiraba al suelo decenas de botellas de vino. Posteriormente fue detenida por la policía y llevada a comisaría.

Evelyn comenzó a tirar todas las botellas de vino al suelo, tiñendo el suelo de rojo con litros y litros deslizándose y cientos de vidrios rotos. El episodio ocurrió el pasado lunes, cerca de las 10h en Argentina en el "Apolo", supermercado chino. Sus jefes la llamaron para notificarle que quedaba desplazada de su trabajo en el local.

Varios efectivos del Comando Radioeléctrico de Argentina acudieron al lugar tras la denuncia de una mujer que estaba "fuera de sí". Consiguieron neutralizar a Evelyn y la trasladaron a Comisaría, donde permaneció aproximadamente 30 horas. Fue puesta en libertad y la joven aprovechó para denunciar las situaciones de maltrato laboral que asegura haber sufrido, por lo que, la violenta reacción contra la estantería de vino fue "la gota que colmó el vaso".

La joven trabajaba en el establecimiento desde el mes de marzo. Evelyn se ha pronunciado sobre lo ocurrido, defendiendo su posición y pidiendo disculpas por lo ocurrido, aunque asegura que no todo es como se ve en el vídeo. "La grabación está editada a conveniencia de los dueños del supermercado".

Evelyn se ha pronunciado en un vídeo

Evelyn publicó un vídeo en el que denunciaba todo esto. “Espero poder tener un lugar para contar la otra parte del conflicto, como lo tuvieron ellos al enviar vídeos e información incompleta, haciéndose totalmente los desentendidos ante lo sucedido”, comenzó diciendo la joven. “Lamentablemente en ese momento me cegó el enojo, la bronca por las injusticias que viví ahí adentro, el tragarme los maltratos, los retos, el ninguneo, y hasta ‘manotazos’ o insultos por no perder el trabajo”, agregó.

“Te largan así, con una mano atrás y otra adelante, de un día para el otro, sin siquiera darte razones, una explicación, una disculpa, al menos. Fui una buena empleada, respetuosa, siempre a disposición, porque desde limpiar pisos hasta cortar fiambre o atender una caja lo hice con muchas ganas”, continuó.

Y concluyó: “Las injusticias a veces no se ven del otro lado, y a mí me jugaron en contra todas esas cosas al momento de reaccionar. Por el momento quería que la gente que vio el vídeo y opina sin saber sepan que detrás de tan grande brote nervioso hay muchas cosas. Yo seguiré el camino legal como corresponde, confiando en que en algún lado hay justicia para los buenos también, y que no hace falta mover cielo y tierra para encontrarla”.

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