El 92 por ciento de las mujeres casadas egipcias de entre 15 y 49 años ha sido víctima de la ablación, según la Encuesta Demográfica y de Salud de Egipto, publicada este lunes.
Esta cifra supone una reducción de más del 3 por ciento con respecto a la anterior encuesta de este tipo, que data de 2008, cuando el porcentaje de mujeres casadas de entre 15 y 49 años a las que se les había practicado la mutilación genital femenina alcanzó el 95,2 por ciento.
En 2008, se incluyó también en la encuesta a las mujeres solteras del mismo rango de edad, lo que hizo que el total de mujeres de entre 15 y 49 años mutiladas genitalmente en Egipto fuera del 91,1 por ciento.
Más de la mitad de ellas fueron mutiladas cuando tenían entre siete y diez años, según la encuesta en Egipto, donde esta práctica es una tradición arraigada tanto entre musulmanes como cristianos.
El sondeo de 2015, realizado por varias instituciones nacionales y extranjeras para el Ministerio egipcio de Sanidad, muestra también que esta práctica está más extendida entre las mujeres procedentes del medio rural (95 por ciento) que del urbano (86 por ciento).
Asimismo, el estudio denota que la probabilidad de que una mujer haya sufrido ablación desciende según aumenta su nivel educativo. Además, según las mujeres encuestadas, más del 20 por ciento de sus hijas de entre 0 y 19 años ya han sido víctimas de la ablación.
Del casi 80 por ciento restante, más de la mitad sufrirá esta práctica en el futuro, según las respuestas de las madres. Asimismo, la encuesta señala que más del 50 por ciento de la muestra piensa que la mutilación genital femenina es una práctica religiosa y que seis de cada diez mujeres creen que debería continuar.
Pese a que fue prohibida por el Gobierno egipcio en 2008, esta práctica sigue estando muy extendida en el país. El pasado mes de enero, un tribunal egipcio condenó por primera vez a un médico por la muerte en 2013 de Soheir al Bata, una niña de trece años a la que practicó la ablación.
El doctor Raslan Fadl, que ha sido el primer facultativo llevado a juicio en el país por realizar la mutilación genital femenina, fue condenado en firme a dos años de cárcel por homicidio involuntario y a otros tres meses de prisión por practicar la ablación.