Que una mujer conduzca en Arabia Saudí le puede llevar a la cárcel. Ése es el destino que le espera a Manal al Sahrif, una saudí de 32 años, consultora informática y madre de un hijo, por desafiar la prohibición
"Nosotras, mujeres saudís debemos conducir nuestros propios coches", aseguran Al Sahrif.
Ni una emergencia médica deja conducir a las mujeres. Por lo que la estricta ley deja a familias enteras en manos de los chóferes.
Varias mujeres han convocado para este viernes, a través de mensajes en las redes sociales, una jornada de conducción femenina en todo el país alcaucí.
"Es viernes y me gustaría ir al supermercado para poder comprar. Todo lo que queremos hacer es no tener que depender de los hombres para hacer nuestras cosas", afirma otra mujer saudí.
La férrea vigilancia del Comité para la Promoción de la virtud y la prevención de vicio, ha impedido las manifestaciones en calle. La mujeres se han tenido que conformar con grabar como conducían y colgarlo en la red.
El conservador reino saudí no quiere mujeres al volante para que no tengan contactos con hombres. Algo que, según los religiosos, las exponía a situaciones pecaminosas con mecánicos o agentes de tráfico.